Astrología familiar 101: Ser padres con la Astrología – Parte 9

La astrología familiar es una de las prácticas más útiles de la astrología; realmente puede ayudar a navegar por las relaciones padre/hijo, las relaciones entre padres, las relaciones entre hermanos y las dinámicas familiares más amplias (abuelos, tíos, sobrinos y sobrinas).
Los artículos de esta serie, Astrología familiar, explorarán en primer lugar, y en detalle, la relación padre/hijo.

Este artículo es una continuación del anterior. Si es la primera vez que te acercas a este tema con este artículo, te resultará útil volver atrás y leer los artículos anteriores.
Escribiré dando por supuesto que has leído los artículos anteriores.
Este artículo se centrará en Saturno, que representa nuestros límites y lo que necesitamos/queremos controlar, y donde a menudo nos enfrentamos a limitaciones.

• Astrología familiar 101 – Parte 1
• Astrología familiar 101 – Parte 2
• Astrología familiar 101 – Parte 3
• Astrología familiar 101 – Parte 4
• Astrología familiar 101 – Parte 5
• Astrología familiar 101 – Parte 6
• Astrología familiar 101 – Parte 7
• Astrología Familiar 101 – Parte 8
• Astrología familiar 101: Ser padres con la Astrología – Parte 9
• Astrología familiar 101: Ser padres con la Astrología – Parte 10

Conocer las Cartas del Hijo y del Padre – Saturno

En este artículo examinaremos más a fondo las cartas padre/hijo presentadas en los artículos anteriores y que se muestran a continuación.
Ahora veremos cómo es más probable que interactúen las energías de Saturno en las dos cartas, y qué tendrán que hacer el padre y el hijo para que la interacción sea satisfactoria y positiva.

Influencia de los padres sobre el niño

El círculo interior es la carta del niño y el círculo exterior es la carta de los padres.
La carta del padre se «aplica» a la carta del hijo de determinadas maneras.
En el caso de este ejemplo, el padre tiene a Saturno en Sagitario aplicándose a la Casa⁹ de la carta del hijo.
En particular, Saturno está justo encima (en conjunción) del Ceres del niño.
El padre está aquí para ser la figura de autoridad (^Saturno/9ª) y el maestro que el niño necesita para aprender a nutrirse (Ceres) a sí mismo.
El Saturno del niño está en Capricornio, a un signo del Saturno del padre.
Saturno está en un signo de fuego para el padre y en un signo de tierra para el hijo.
De hecho, el niño tiene a Saturno en su regente, por lo que es especialmente fuerte, y ocupa su Casa de Regente; este niño tiene una colocación extremadamente poderosa para este punto.
Es muy bueno que el progenitor tenga a Júpiter en un signo de autoridad; de lo contrario, el niño podría intentar actuar como el progenitor o encontrarse en ese papel.
El Saturno del progenitor en Sagitario tiene una nota clave: «la mente abarca una amplia gama de intereses».
Y el símbolo es «los frailes preparan el vino del monasterio para su distribución mundial».
(Astrología: La Ciencia Divina, 149).
Este progenitor puede tener un gran interés por la filosofía, la religión o la erudición, que querrá compartir con su hijo.
También es probable que el progenitor tenga un fuerte código ético que querrá transmitir a su hijo.
Saturno rige el trabajo duro y la carrera profesional, por lo que este progenitor puede enfrentarse a limitaciones a la hora de ser un padre activo si tiene que ocuparse de responsabilidades mundanas que le exigen mucho tiempo.
También puede haber amor por los viajes y deseo de experiencias mundanas que puedan compartirse con el niño.
En general, ésta es una de las colocaciones más positivas de Saturno, ya que el regente de Sagitario es Júpiter.
Saturno puede ayudar a alcanzar metas elevadas con esta colocación.

Criar al niño

El progenitor dirige la dinámica progenitor/hijo; el progenitor es el responsable de dirigir y procesar la energía de la carta del niño, especialmente en las primeras etapas del desarrollo del niño, pero también hasta que el niño desarrolle una verdadera autosuficiencia (es decir, se convierta en un adulto de forma completa, es decir, en un miembro productivo de la sociedad). Por tanto, el niño tendrá que aprender a desarrollar formas sanas de autoafirmarse a partir de la orientación del progenitor.
En el caso muy concreto de estas dos cartas, el Saturno del padre puede ayudar al hijo a descubrir cómo interesarse por algo y seguirlo hasta los niveles más altos y el estudio más completo.
El padre querrá transmitir al niño el amor por el aprendizaje y también será exigente en cuanto a la calidad del esfuerzo y el rendimiento que el niño persigue y produce.
Ciertamente, puede haber una sombra autoritaria en esta colocación, por lo que el padre debe tener cuidado de no ser demasiado autoritario cuando busque la excelencia del niño.

La influencia del hijo sobre el padre

Ahora veamos el reverso de las dos cartas y consideremos la influencia de la carta del hijo en la carta del padre.
Resulta que el Saturno del niño se aplica a la Casa² del padre, la de la seguridad y las posesiones.
El Saturno del niño también está en su regencia, por lo que la influencia del niño para trabajar en alineación con las necesidades de seguridad de los padres a través de los logros será inusualmente fuerte.
Con Saturno tan cerca de Plutón, este niño será un poderoso agente de cambio y podría resultar exigente por derecho propio gracias a la proximidad del Nodo Sur (aquello de lo que podemos abusar o en lo que podemos confiar demasiado).
También será un niño con grandes logros y querrá tener los recursos y el acceso necesarios para triunfar.
Si es un atleta excelente, tendrá el mejor entrenamiento y las mejores oportunidades.
Si es un erudito, tendrá acceso a las mejores escuelas.
Esta relación padre-hijo a través de Saturno es potencialmente desafiante porque se trata de dos colocaciones intensas y están situadas una al lado de la otra.
Según algunas interpretaciones, estos puntos se considerarían en el «punto ciego» del otro y podrían enfrentarse a verdaderas luchas intentando comprender las limitaciones del otro.
El Saturno de Capricornio puede ser fácilmente uno de los más serios y competitivos.
El Saturno de Sagitario puede ser más extravagante, pero no menos competitivo.
En el próximo artículo, examinaremos la relación Urano a Urano entre padres e hijos y veremos cómo es probable que se revolucionen como miembros de generaciones distintas.