Los videntes de todo el mundo utilizan las cartas del tarot para realizar lecturas psíquicas.
En lo que respecta a las cartas del tarot y las barajas del tarot, hay unos cuantos nombres que destacan entre los responsables de que las cartas hayan llegado a donde están hoy.
De Jacquemin Gringonneur a Court de Gebelin, y del Antiguo Egipto a la Europa Medieval, la historia de las cartas del tarot recorre un largo y tortuoso camino.
En este artículo, vamos a explorar una baraja de tarot en particular, la más comúnmente conocida como la baraja de tarot Rider-Waite.
Vamos a explorar a los creadores de esta baraja, la importancia de su simbolismo y cómo conecta con la historia general de las cartas del tarot.
Los co-creadores
Contrariamente a la creencia popular, que se deriva sobre todo del uso común del término «tarot Rider-Waite», en realidad hubo dos creadores de esta popular baraja.
La artista responsable fue Pamela Colman Smith, que trabajó bajo la dirección de Arthur Edward Waite.
Por ello, a veces se hace referencia a la baraja como la baraja Rider-Waite-Smith, así como la baraja Waite-Smith o la baraja Smith-Waite.
La baraja propiamente dicha se terminó en 1909 y ganó popularidad de inmediato.
Al año siguiente, Arthur Waite publicó un libro titulado «La clave del Tarot».
En este texto, Waite explicaba la importancia del simbolismo y destacaba la necesidad de dar prioridad a los símbolos sobre las palabras o los números.
Las cartas del tarot Rider-Waite se consideran un paso clave en la progresión de las cartas del tarot.
Entonces, ¿qué hace que esta baraja sea especial en comparación con las anteriores?
¡Veámoslo!
¿Quién era Arthur Edward Waite?
Arthur Edward Waite nació en 1857 y murió en 1942.
Entonces, ¿quién era este hombre?
En un principio, Waite se dedicó principalmente a la poesía, y fue a través de esta salida creativa como se introdujo en la industria editorial, algo que allanaría el camino para sus futuras publicaciones de guías de tarot.
Waite estudió la historia del ocultismo occidental y recopiló la información en varios libros.
Waite consideraba el estudio del ocultismo como una tradición espiritual y no como algo estrechamente relacionado con la pseudociencia o la religión.
En cuanto a su ingreso en círculos espirituales, la vida de Waite parece la historia de una película de conspiraciones.
Tras ingresar en la Orden Exterior de la Orden Hermética de la Aurora Dorada en 1891, fue aceptado en la Segunda Orden de la Aurora Dorada en 1899.
Esta organización se dedicaba al estudio de la metafísica, las actividades paranormales/espirituales y el ocultismo.
Se hacía referencia a esta orden como la «Orden Mágica», para gran frustración de sus miembros, que hacían todo lo posible por distanciarse de tales etiquetas.
Waite también se hizo masón en 1901.
Sin embargo, Waite se apartó tras varios conflictos internos y fundó su propia organización en 1915: La Fraternidad de la Rosa Cruz.
Importancia del simbolismo
La baraja de tarot Rider-Waite fue una de las primeras de su clase en ilustrar completamente todas las cartas de la baraja de tarot.
Antes de su creación, sólo se ilustraban las 22 cartas de los arcanos mayores.
Esto significaba que las cartas numéricas de Bastos, Copas, Espadas y Monedas se limitaban a estar marcadas por un número o una palabra, en lugar de una ilustración simbólica.
Sin embargo, se cree que el Tarot Rider-Waite se inspiró en una baraja anterior originaria del norte de Italia.
Tras haber estudiado el ocultismo en profundidad, Waite llegó a la conclusión de que la mayoría de las barajas de tarot carecían de una característica importante: al permitir que la mayoría de las cartas estuvieran representadas por números o palabras, Waite creía que los usuarios de las cartas del tarot se centrarían demasiado en el número o la palabra y no lo suficiente en el simbolismo.
Al dejar el simbolismo de cada carta abierto a la interpretación, cada combinación de cartas podía tener un significado distinto para personas diferentes.
Remontándose hasta el Antiguo Egipto y el uso de jeroglíficos, las cartas del tarot habían perdido su significado al asociarse con palabras y frases concretas.
¿Dónde aprendió Arthur Waite toda esta información?
El nacimiento del Tarot
Existe cierto desacuerdo sobre los orígenes de las cartas del tarot.
Sabemos que las cartas del tarot Rider-Waite no fueron las primeras.
La inspiración de esta baraja procede de la baraja Sola-Busca, que se originó en el norte de Italia más de 400 años antes, en 1491.
Sin embargo, ésta tampoco fue la primera baraja de tarot que existió, aunque puede que fuera la primera baraja completa que se recopiló.
En el año 1377, un monje alemán llamado Johannes describe un juego de cartas muy parecido a la baraja utilizada para las lecturas del tarot.
En general, los historiadores coinciden en que los juegos de cartas se originaron en Europa en algún momento a finales del siglo XIII, pero se sabe poco sobre los orígenes reales de la baraja completa de cartas del tarot.
Sin embargo, para explorar los orígenes de la lectura de las cartas del tarot, tenemos que remontarnos al Antiguo Egipto, con el nacimiento de la escritura simbólica.
Antiguo Egipto
Los antiguos egipcios son considerados los sabios maestros del mundo antiguo.
Ni siquiera hoy podemos empezar a comprender cómo una civilización tan primitiva consiguió entender los movimientos de las estrellas, los planetas, el sol, la luna y la Tierra.
Aún no tenemos ni idea de cómo construyeron las Pirámides de Giza, teniendo en cuenta que sus herramientas eran de lo más básico que podía haber.
Por supuesto, los antiguos egipcios son conocidos por otra cosa importante: los pictogramas.
Aunque los pictogramas no fueron inventados por los egipcios, sus jeroglíficos eran únicos en esa región del mundo: símbolos que podían representar diversas palabras o frases dependiendo de los caracteres que los rodearan.
Esta idea de significados intercambiables es un aspecto clave de la lectura de las cartas del tarot y es algo en lo que Waite estaba desesperado por volver a centrarse a través de su baraja de tarot Rider-Waite.
Cuando la gente se centra demasiado en una palabra, pierde de vista el significado simbólico que pueden tener las imágenes.
El tarot consiste en leer a través de las imágenes, no de las palabras o los números que puedan decorarlas.
