8 noviembre 2024
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¿Qué es la Magia Magnética?

¿Qué es la Magia Magnética?

El magnetismo es la fuerza o energía que irradian automáticamente todos los seres vivos.
Y, de hecho, de algunas cosas que llamaríamos inanimadas.
A veces se denomina «od» o «fuerza ódica» o chi.
Es posible desarrollar e intensificar conscientemente el magnetismo de una persona o de un objeto.
Y es este poder intensificado y dirigido la base de lo que se conoce como Magia Magnética.
Podemos concebir este magnetismo como fluido.
O como una emanación de una sustancia extremadamente refinada que es dirigida y controlada por la voluntad y el pensamiento.
Puede ser almacenado, adherido o absorbido por determinados objetos materiales, mientras que otros objetos actuarán como aislantes del mismo.
Curiosamente, magos y electricistas están algo de acuerdo sobre los materiales que conducen el magnetismo.
La mayoría de los aislantes eléctricos son también aislantes magnéticos.
Todos los metales puros y los cristales son buenos conductores magnéticos, mientras que las aleaciones son inútiles tanto para el mago como para el electricista.
El aceite y el agua absorben fácilmente esta fuerza, aunque el aceite la retiene durante más tiempo.
La lana, el papel, la madera, el ladrillo y la piedra la absorben ligeramente, mientras que la seda ni la conduce ni la absorbe.  

Proceso de magnetización

Cuando la magia magnética se dirige a un objeto, reproduce su vibración o nota particular.
Y el objeto entrará entonces en estrecha simpatía o compenetración psíquica con la persona que proyectó el magnetismo.
Así pues, el magnetismo es el poder base de muchas formas de curación psíquica y espiritual.
Es un poder curativo en sí mismo y también actúa como portador de fuerzas más sutiles que pasan al cuerpo físico y lo afectan.
En el trabajo mágico, esta magia magnética se utiliza de muchas maneras.
En el trabajo curativo se puede cargar o impregnar un objeto con poder curativo.
Y luego dar el objeto cargado a una persona enferma para que lo lleve o lo utilice.
A menudo se carga agua y se bebe, o se carga aceite y se unge.
A veces se magnetizan cruces, colgantes u otros artículos de uso personal.
Este proceso de magnetización de objetos se utiliza en rituales de todo el mundo.
La bendición del agua bendita es una forma de magnetización, al igual que el sagrado sacramento de la comunión.
En el Nuevo Testamento leemos que la gente llevaba a los enfermos paños que habían estado cerca de San Pablo.
En los tiempos modernos, la gente sigue tocando el dobladillo del manto de un monje o de la toga papal, creyendo que el magnetismo sanador del hombre ha pasado a la prenda y luego a los demás.
Del mismo modo, nos sentimos llamados a visitar espacios sagrados.
Percibimos una energía edificante que perdura de las intensas oraciones o meditaciones realizadas en ese espacio.
Guardamos recuerdos de días especiales, sintiendo algo del tiempo impreso en el objeto.
Y llevamos encima objetos que parecen darnos buena suerte.

Magia Magnética: Exorcizar o Bendecir

La sustancia etérica del magnetismo es neutra en sí misma y tomará sobre sí la impresión de la mente y la voluntad que la envió.
Es manipulada por la mente subconsciente, que responde más fácilmente a las imágenes.
Por eso, cuando magnetizamos objetos, es útil tener una imagen mental clara que hayamos vinculado mentalmente con determinadas cualidades y asociaciones emocionales.
Los sistemas ocultos como la astrología, la qabalah y el sistema de chakras son herramientas muy poderosas para dirigir la fuerza de este modo.
La desmagnetización elimina todo rastro de magnetismo que resida actualmente en el objeto.
Se realiza manteniendo en mente las intenciones de purificar el objeto.
Mientras el magnetismo del operador se dirige sobre él mediante un signo tradicional de poder, como la cruz.
Una vez desmagnetizado, el objeto es ahora neutro y está preparado para absorber cualquier magia magnética que pueda imprimirse sobre él.
Para magnetizar, el operador debe tener en su mente una determinada intención que se exprese en palabras y acciones que estén vinculadas en su mente con la acción deseada del objeto cargado.
Las ideas, palabras e imágenes que se tengan en la mente del operador deben ser positivas y nunca negativas, pues este poder no responde a la negación.
Por ejemplo, si estamos cargando un objeto para reforzar el valor de la persona que lo utiliza, debemos llenar nuestra mente con imágenes de valor, coraje y fuerza.
No debemos decir «que el portador de esto deje de tener miedo», sino «¡que sea fuerte y valiente!».
Todos los colores, olores, música, ropa, oraciones o invocaciones deben reiterar y reforzar el tema del valor.
Nos ayuda a mantener firmemente en la mente el sentido de este sentimiento mientras magnetizamos.

Consagración con Magia Magnética

En la magnetización normal de objetos, se utilizan los poderes y fuerzas de la personalidad del operador.
En la consagración, una vez desmagnetizado el objeto, se magnetiza con la intención especial de que sea el vehículo o canal de una fuerza o ser superior que está más allá del operador.
Un ritual de consagración típico es la misa de la iglesia católica.
Aquí tenemos la purificación del pan y del vino (desmagnetización).
Su bendición solemne y su separación (magnetización).
Y luego la invocación de la presencia de Cristo en y a través de los elementos ofrecidos (consagración).
La finalidad de un objeto magnetizado es efectuar un cambio de conciencia en la persona que lo utiliza, normalmente de forma gradual, y lo mismo ocurre con el poder del sacramento bendecido.
Ese cambio de conciencia puede ser aparente o no, pero cualquier estudiante de magia sabe que la conciencia del hombre es mucho más profunda y vasta que la mente despierta ordinaria.