8 noviembre 2024
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El poder de las prácticas de atención mágica

El poder de las prácticas de atención mágica

¿Qué son las prácticas mágicas de atención? El objetivo del ocultismo -incluidas artes como la Manifestación, Crea tu Realidad, el Tarot, la Astrología y la Adivinación- se encuentra en un axioma clásico de la Magia Hermética: «Conoce tu voluntad y hazla». Esta capacidad por excelencia del Mago es lo que nos esforzamos por alcanzar en cualquier búsqueda espiritual. Deseamos saber cuál es nuestra verdadera Voluntad -ese modo de actividad que nos aportará la mayor sensación de paz, significado y plenitud- y cómo hacer de nuestras vidas una instanciación de este propósito esencial. ¿Cómo lo hacemos? La respuesta del ocultista es mediante la alineación del yo inferior con el Yo Superior. El Yo Superior, a veces denominado Individualidad, Alma o «Santo Ángel de la Guarda», es el aspecto eterno de un individuo: la esencia misma de «ti», en forma no física.

Cuando estamos alineados con el Yo Superior, experimentamos sentimientos de estado de «flujo» como la alegría y una sensación de sentido, porque estamos ejecutando nuestra Verdadera Voluntad. Recibimos inspiración e iluminación de planos que están más allá de la conciencia ordinaria, como si se abriera un Tercer Ojo a través del cual podemos ver la verdad con claridad, aunque esta verdad no sea inmediatamente evidente en el entorno físico.

También manifestamos lo que deseamos en el plano físico, ya que la alineación con el Yo Superior «abre la puerta» para que la fuerza del Alma infinita entre en el mundo material y actúe sobre él.

Eleva tus pensamientos

La base de toda doctrina esotérica es que el mundo físico se parece más a una mente que a la materia, y es por ello que los cambios en la conciencia del individuo crean realmente cambios en el mundo de la forma. La exaltación de la consciencia repercute en una mejora de las circunstancias, y por ello es la exaltación de la consciencia el objetivo de toda práctica metafísica, desde el ritual ceremonial más elaborado hasta la más humilde lista de agradecimientos diarios.

Para que el Yo Superior se manifieste a través de la conciencia cerebral, la personalidad debe estar «sintonizada» con la misma frecuencia que el Yo Superior. El Yo Superior es como el Sol que brilla intensamente en el cielo, lo veamos o no. Siempre está irradiando. La personalidad humana es como la Luna, que puede permitir que esta luz solar se manifieste totalmente, parcialmente o no se manifieste en absoluto.

La tarea principal de cualquier mago, manifestante o buscador espiritual es aprender a facilitar el flujo de poder del Yo Superior o, quizá más exactamente, aprender a dejar de bloquear e inhibir el flujo de estas mareas. Debemos subyugar los niveles inferiores de conciencia a los superiores, condicionando la personalidad para que sea un recipiente a través del cual el Yo Superior pueda operar sin obstáculos.

Cuanto más control tengamos sobre nuestra propia psique, más poderosos seremos para crear un mundo que refleje nuestros deseos. La mente debe ser como un caballo poderoso pero bien entrenado, que responde instantáneamente a la sutil dirección de su jinete. Los sentidos no deben engañar y las pasiones no deben cegar. De este modo, la atención mágica puede dirigirse y mantenerse en lo esencial sin interferencias de lo inesencial, y sin una lucha interna contra la naturaleza carnal.

Veamos las distintas formas en que un mago aumenta su poder psíquico mediante el entrenamiento de la facultad de la atención mágica.

Practicar la Conciencia Pura

En la magia aprendemos a controlar las fuerzas sutiles e invisibles que están detrás del mundo de las formas. Hay que ser capaz de liberar la conciencia de la esclavitud del mundo material, conservando al mismo tiempo el poder sobre la conciencia, para poder dirigirla a voluntad.

Por tanto, un mago debe ser capaz de permanecer conscientemente presente en un estado de conciencia «pura», es decir, sin palabras, acciones, emociones o sensaciones a las que la mente pueda aferrarse. Sólo podremos elevar la conciencia a un plano superior cuando podamos inhibir con éxito los pensamientos de los modos de conciencia de todos los planos inferiores a él.

Si no podemos separar la mente de la materia, entonces los estímulos de los sentidos la dirigen por nosotros. Nuestra atención mágica gravita naturalmente hacia los pensamientos con mayor carga emocional, ¡un hecho de la conciencia humana en el que se basan los medios de comunicación y las industrias publicitarias!

Si no cultivamos la capacidad de apartar el ojo de la mente de la emoción, nuestro poder creativo se verá arrastrado por cualquier sabueso extraviado que atraviese nuestro campo psicoemocional. Nos manifestaremos de forma fortuita y accidental, en lugar de deliberadamente.

La meditación fortalece el «músculo» de la conciencia. Prácticas como la Vipassana o Meditación de la Presencia ayudan a entrenar la mente aportando quietud al pensamiento y, al mismo tiempo, permaneciendo alerta. Debemos ser capaces de abstraernos de lo que nos rodea sin «desconectarnos». Mediante la meditación, podemos liberar la mente del mundo de la forma y, al mismo tiempo, mantenerla bajo nuestro dominio.

Visualización: Entrenar la imaginación

Una vez que hemos adquirido autoridad sobre la fuerza creativa de la atención mágica, podemos utilizarla para crear el mundo en el que deseamos vivir. Un mago crea un cambio en un plano de la realidad emprendiendo una acción psíquica en el nivel de conciencia correspondiente.

La facultad de crear imágenes de la mente crea las matrices astrales que dan lugar a la forma física. «Ver para creer» es una frase común que comunica una profunda verdad mágica. Cuanto mejor sepas pintar una imagen en tu mente de lo que quieres, más rápidamente se manifestará esta imagen en el mundo exterior. Por tanto, para ser un gran mago, hay que convertirse en un gran visualizador.

Puedes mejorar tus habilidades de visualización practicando la visión de formas sencillas con el ojo de tu mente. Empieza con un cuadrado o un triángulo. Observa cada lado. ¿De qué color es? ¿Qué tamaño tiene? Intenta acercarlo y alejarlo. Intenta mantener esta imagen clara y estable durante un minuto entero dentro de tu Tercer Ojo.

A continuación, elige una imagen que conozcas bien. Puede ser un lugar emblemático, como la Torre Eiffel, o la casa de tu abuela. Practica verla con detalle explícito en tu mente. Llena la imagen con todos los colores y texturas. Intenta retener toda la imagen en tu mente durante un minuto sin perderla.

Estas prácticas te ayudarán en las prácticas de visualización creativa. Cuando puedas ver lo que deseas en el ojo de tu mente con detalles tan vívidos como si realmente lo tuvieras delante, ¡pronto lo tendrás delante!

La devoción: Activar la facultad emocional

El Mago no debe dejarse dominar por las mareas de la emoción, pero eso no significa que la emoción esté excluida de la magia. Todo lo contrario: una oración que no se sienta profundamente es totalmente ineficaz. Una afirmación debe llegar al corazón para que tenga algún poder de manifestación.

Así pues, los magos cultivan una sensibilidad emocional muy sutil, fijándose en aquellas cosas, situaciones, personas o entornos que producen un gran impacto. El mago construye una ceremonia con colores que deleitan, música que eleva, poesía que encanta y personas con las que existe una resonancia simpática natural.

Éstas -y sólo éstas- se incluyen porque el estado de ser que inducen en el mago es, en realidad, lo que hace que el ritual sea eficaz. Un mago puede tener los conocimientos más avanzados sobre sigilos, símbolos, correspondencias planetarias y leyes metafísicas, pero sin la fuerza potenciadora de la auténtica devoción, las operaciones serán estériles.

Mediante este entrenamiento, uno pone en consonancia el espíritu, la mente y el corazón, y mediante la unión de esta trinidad, obtiene el dominio sobre las fuerzas que conforman su destino.