Breve historia del Tarot

Las cartas del tarot y, más recientemente, las cartas del oráculo son herramientas extraordinarias para el trabajo psicológico y espiritual.
Cada año forman parte más de la jerga común y están disponibles fácilmente en el mercado de masas, especialmente en la tienda online Amazon.
El número de barajas disponibles, impresas y descatalogadas, es alucinante, y se cuentan por miles, sobre todo si buscas barajas en eBay.

El tarot y las cartas de oráculo, antaño rodeados de misterio y «herramienta de personas de carácter dudoso, intenciones oscuras o acólitos de creencias paganas», gozan de una aceptación generalizada, aunque todavía vacilante.
En este artículo hablaré de la historia del tarot.

Orígenes

Históricamente, las primeras barajas de tarot se crearon a ^mediados del siglo XV (la década de 1450).
Eran barajas para un juego, practicado por los nobles, llamado tarrochi o tarock.
El juego se describía como «triunfos y bazas», como los actuales juegos de cartas de Corazones y Picas.
Cuatro jugadores competían en equipos de dos, intentando ganar bazas, una colección de cartas sobre la mesa en cada ronda, tratando de tener el triunfo más alto.
Los primeros mazos de tarot se pintaban a mano, y los más antiguos que se conservan son los de Visconti-Sforza, de ^mediados del siglo XV.
Aunque la imprenta se inventó más o menos en la misma época, no fue hasta que se generalizó su uso, probablemente a finales del siglo XVI o principios del XVII, cuando se pudieron producir barajas en cantidades mayores que las que se podían pintar a mano.
Las primeras barajas salieron de Italia y empezaron a extenderse.
Principalmente, las barajas eran italianas, portuguesas/italianas, francesas y alemanas.

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Convertirse en herramientas de adivinación

Durante la mayor parte de la historia temprana (de 1450 a 1750), las cartas eran esencialmente cartas de juego, sin un uso generalizado como herramienta adivinatoria, aunque tal uso existió.
Pero hacia mediados del^siglo XVIII, el uso de las cartas como herramienta adivinatoria fue en aumento gracias al mayor número de barajas existentes y a que los gitanos las utilizaban para adivinar el futuro.
En 1789, «Etteilla», seudónimo de Jean-Baptiste Alliette, creó una baraja específicamente con fines ocultistas.
Afirmó y promovió la idea de que las cartas y sus significados derivaban del Libro de Thot egipcio.
Un contemporáneo de Etteilla, Jean-Baptiste Pitois, también conocido como Jean-Baptiste o Paul Christian, fue el primero en acuñar los términos Arcanos Mayores y Menores para las barajas utilizadas como herramientas adivinatorias.
La explicación esotérica dividía la baraja en dos secciones distintas: los Arcanos Mayores, formados por 22 triunfos mayores, y los Arcanos Menores, formados por 4 palos y las 56 cartas restantes (del 1 al 10, y 4 cartas de la corte: Paje, Caballero, Reina y Rey).
Esta denominación no se aplicaba a las cartas utilizadas en el juego.
Los mazos de tarot adivinatorio se utilizaban como parte de las iniciaciones de los grupos masónicos y permanecieron ocultos o al margen hasta la era moderna y el cambio de los siglos^XIX y^XX.

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La base del tarot moderno

En 1909, A. E. Waite publicó su Tarot Rider-Waite, que es el mazo de origen de la mayoría de los mazos de tarot actuales, incluso hoy en día.
Es, con mucho, el mazo de tarot más influyente publicado.
Hasta la publicación del Tarot de Thoth en 1969, el mazo creado por Aleister Crowley y Lady Frieda Harris, que se publicó tras su muerte, el mazo Rider-Waite era el mazo de tarot de facto que tenía cualquiera que poseyera un mazo de tarot.
Existieron muchos otros mazos entre 1909 y 1970, pero con el tarot al margen de la cultura popular, la diversidad de mazos se quedaría en un conjunto muy reducido de opciones.
El siguiente gran salto adelante llegaría con la fundación de la editorial US Games Systems, Inc en 1977.
Dirigida por Stuart Kaplan, esta editorial es la mayor distribuidora de barajas de tarot de todo el mundo.
Aunque Llewellyn Publishing es la empresa más antigua (1901), US Games Systems captó el zeitgeist de finales de los setenta y principios de los ochenta para catapultar los mazos de tarot a lugares más convencionales de las librerías.
Kaplan publicó su primera Enciclopedia del Tarot en 1978, el segundo volumen en 1986, el tercero en 1990 y el cuarto en 2005.
Hoy en día no habría forma de contener todos los mazos publicados en un volumen impreso único y manejable.

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A finales de los ochenta y principios de los noventa, las librerías de la Nueva Era empezaron a extenderse fuera de las grandes ciudades metropolitanas hacia ciudades más medianas.
Y grandes minoristas como Waldenbooks, el padre de Barnes and Noble, empezaron a tener una sección de la Nueva Era y a tener cada vez más libros sobre astrología y tarot.
A finales de la década de 1990, los mazos de tarot eran fáciles de conseguir en casi cualquier lugar del país.

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De juego de cartas a herramienta espiritual

La historia esencial del tarot es la que lo lleva de un juego de cartas mundano a una herramienta espiritual bastante profunda.
Si bien el primer paso que se dio en el juego fue la «adivinación», que en la mayoría de los casos y con toda probabilidad se utilizaba para estafar a la gente, el viaje de las cartas del tarot encontró otra vía de interés y uso con la aparición de la psicología moderna a finales del siglo^XIX.
Incluso las cartas originales eran representaciones de cualidades arquetípicas y personajes de la vida humana que representan profundos significados psicológicos cuando se ven a través de la lente de la psicología.
Hoy en día hay muchas personas que hacen lecturas profesionales del tarot, ya sea en la vena de la adivinación o como consejero espiritual.
Incluso se sigue practicando en algunas partes del mundo, principalmente en Europa (Austria, Rumanía, Suiza, etc.).
Este artículo apenas roza la rica historia del tarot, que, hoy más que nunca, es un lienzo para que los artistas muestren su asombroso talento.
Existen miles y miles de barajas y cada año se publican muchas nuevas, a través de editoriales tradicionales como US Game Systems o de alguna forma de autopublicación.
El pasado está con nosotros con cada reinterpretación de barajas antiguas o esfuerzos concertados para reimaginar los arquetipos con imágenes y creatividad muy actuales.