25 noviembre 2024
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Potenciar tu Bruja Interior con Magia y Manifestación

Potenciar tu Bruja Interior con Magia y Manifestación

El ocultista Lon Milo Duquette dijo célebremente: «Efectivamente, la magia está en tu mente, pero tu mente es mucho más grande de lo que crees». Las prácticas ocultas de brujería, adivinación, manifestación y conjuro de hechizos pueden parecer misteriosas e incluso intimidatorias, pero en el fondo el poder de estas prácticas es simplemente atención plena, sensibilidad, intencionalidad y pureza de corazón. En resumen, la magia y la manifestación tienen que ver con la intensidad del enfoque, y todos los trajes, utensilios ceremoniales, plantas, piedras, ejercicios, hechizos y formas rituales son sólo herramientas que ayudan a amplificar el poder mágico que reside, no en ninguno de estos objetos, sino dentro de tu propia mente. Exploremos algunas formas de sacar a la luz estos misteriosos y colosales poderes de la psique y potenciemos a tu bruja interior.

Recurre a las Frecuencias de Plantas, Planetas, Minerales y Animales para la Brujería Interior

Todos los seres -incluidos los que llamamos inanimados, como los planetas o las piedras- portan una frecuencia que cambia la energía del espacio en el que se encuentran.
El incienso, las flores, los cuerpos celestes, los tótems animales y los cristales pueden ayudarte suministrándote una energía de la que careces, amplificando una energía de la que quieres más o apoyando tu capacidad para elevar y enviar energía.
Los distintos seres actúan sobre nosotros de formas diferentes.
Las plantas y las hierbas actúan a través del sentido del olfato, una de las facultades más antiguas del cerebro.
El olor del cedro, la salvia, el incienso o incluso el simple fuego activan instantáneamente una parte primordial y profundamente poderosa de la mente, haciendo brotar de nuestro interior poderosas capacidades que suelen estar dormidas.
Los cristales, por otra parte, funcionan por inducción; debido a las frecuencias increíblemente coherentes de estas piedras, estos ayudantes silenciosos y quietos nos atraen hacia su gama de frecuencias, de modo que nuestros campos energéticos empiezan a reflejar sus patrones.
Para implicar la energía de un arquetipo celestial, puedes invocar a un planeta concreto, o programar tus acciones rituales en torno a aspectos astrológicos u horas planetarias.

Ritualiza tus actividades

Las acciones ceremoniales sencillas tienen un poder misterioso y profundo para la bruja interior.
Por ejemplo, declarar tu intención en voz alta antes de empezar cualquier periodo de trabajo orientará tu mente subconsciente hacia el objetivo que te has fijado, movilizando poderes que de otro modo permanecerían dormidos para trabajar en tu favor.
Antes de meditar, por ejemplo, puedes decir algo como «Es mi intención sentarme durante treinta minutos con la mente en silencio, con el propósito de permitir que mi frecuencia se eleve».
Pronunciar esta sencilla afirmación en voz alta tiene un poder de concentración mucho más profundo de lo que crees.
Del mismo modo, el simple acto de limpiar un espacio antes de empezar tu trabajo comunica seriedad a las capas más profundas de tu mente.
En el simple acto de limpiar ritualmente tu espacio, es como si también limpiaras tu mente y abrieras tu corazón, permitiendo que la inspiración te inunde desde una fuente más profunda.
Limpiar rutinariamente un espacio refuerza ante tu mente subconsciente que se trata de una zona especial y preciosa de un tipo elevado, y esta acción ritual hará que se convierta realmente en un espacio que fomenta un modo de pensamiento más elevado.
Como ocurre con cualquier acción ritual, cuanta más atención y cuidado prestes a este espacio, más fuerte crecerá su poder.
Hay varias formas de limpiar un espacio.
Puedes simplemente abrir las ventanas y las puertas y dejar que circule el aire fresco, dejando que el sol brille sobre todos tus objetos sagrados.
También puedes emborronar con cedro o salvia.
Si deseas limpiar con fuego, puedes encender velas y quemarlas durante al menos diez minutos.
También puedes colocar un cuenco de sal natural en el centro de tu espacio para absorber las influencias negativas.

Crear un altar

Un altar es una zona, a menudo elevada, reservada para que la bruja interior limpie y purifique objetos, cree talismanes, sintonice con poderes superiores y realice magia.
Sirve como punto de concentración y suele mostrar imágenes, símbolos o utensilios que giran en torno a una determinada intención, frecuencia o poder celestial.
La finalidad del altar es ayudar a concentrarse en la energía elegida y exaltar la imaginación.
Por tanto, sé extremadamente deliberado con lo que colocas sobre este altar.
No debe haber nada superfluo sobre tu altar, ni nada colocado allí con el mero propósito de decorarlo.
Sólo debe mostrarse aquello que invoque las energías pertinentes, o que contribuya a reforzar tu sensación de poder, concentración o devoción.
Recuerda: el poder mágico es invocado por tu concentración.
Por lo tanto, no querrás, en medio de una meditación importante, echar un vistazo a una foto familiar, y que luego tu mente divague hacia un recuerdo lejano de tus vacaciones de verano en el lago.
Elige símbolos visuales que faciliten que tu mente permanezca centrada en el propósito elegido.
No es necesario tener una exhibición elaborada.
El más modesto de los altares -un vaso de agua, por ejemplo- puede ser tan profundamente eficaz como cualquier otro si lo utiliza una persona de mente clara y corazón puro.
El signo exterior y visible, ya sea una copa o una cruz, un bastón o una varita, una bola de cristal o una pluma, no es más que un punto de atención que permite al devoto entrar en contacto psíquico con la fuerza espiritual que es la vida animadora de ese símbolo.
En otras palabras, no es la sustancia material de un sacramento el canal físico de una fuerza, sino también la imagen vívida y subjetiva creada en la imaginación del devoto por su uso ritual.
Lo más importante es lo que estos objetos llegan a significar para nosotros y lo que sentimos cuando los contemplamos.
Mediante esta contemplación, nos vinculamos con una potencia espiritual que realiza el trabajo en nuestro nombre.
Vinculada a través del pensamiento, esta potencia espiritual puede verterse en el alma y realizar su obra divina.
Para preservar y proteger la delicadeza del sentimiento hacia estos objetos, muchos mantienen sus altares e instrumentos completamente tapados y guardados hasta el momento del trabajo ritual.
Si sólo miramos estos objetos durante los momentos mágicos designados, amplificamos su poder, porque la mente subconsciente asocia su aparición con un acontecimiento «especial».

Trabaja con las Fases de la Luna

En nuestra sociedad moderna utilizamos todo tipo de calendarios y aplicaciones de gestión del tiempo con la esperanza de aumentar la productividad, la creatividad y la concentración.
Sin embargo, hemos dejado de utilizar uno de los impulsores de la productividad más poderosos de todos los tiempos: ¡la Luna!
La Luna recorre un ciclo de 28 días de 8 fases, y si comprendes el significado y la cualidad de cada fase, puedes organizar tu vida y tu trabajo siguiendo este calendario para potenciar a tu bruja interior.
Cada fase de la Luna tiene un carácter o estado de ánimo particular, que es amistoso y propicio para ciertas actividades y sofocante o frustrante para otras.
Hay una fase lunar que premia la socialización y otra que premia la introversión; hay un tiempo para la creatividad salvaje y otro para la organización cuidadosa.
Hay un tiempo para ayunar y otro para derrochar, un tiempo para relajarse y otro para la adicción al trabajo.
El ciclo lunar no sólo proporciona una plantilla para un horario más eficiente y completo, sino que también nos ofrece una forma de infundir energía cósmica a nuestras rutinas, al alinearnos con el ritmo del Universo.
Cuando entramos en sintonía con los grandes patrones de Todo-Lo-Que-Es, todo lo que hacemos funciona con mayor eficacia y procede con mayor inspiración, infundido con la bendición celestial de la madre Luna.