El ritual mágico es una técnica para elevar la conciencia que guarda una estrecha relación con el teatro.
De hecho, el teatro surgió de los festivales religiosos del mundo antiguo, en los que los sacerdotes asumían el papel simbólico de un dios y cantaban en nombre de la deidad con la respuesta de un coro.
Se creía que tales ritos conferían purificación y buena fortuna a la civilización.
Una mente moderna podría contemplar estos procedimientos y concluir que todo el asunto es un elaborado juego de «fantasía», en el que la gente se disfraza y representa escenas que no tienen ningún impacto real en las vidas reales de los que actúan o de los que observan.
¿Y por qué utilizar símbolos mágicos?
Es un hecho bien conocido que la psicología moderna nos dice que «fingir» es mucho más de lo que parece; representar un determinado papel o decir determinadas frases libera un potencial creativo dentro de la psique que tiene un gran efecto sobre los asuntos materiales de la propia vida.
Ya es una máxima bien conocida que puedes «fingir hasta que lo consigas», es decir, que si asumes la posición de la persona que te gustaría ser o la cualidad que te gustaría manifestar, muy pronto serás realmente esa persona y manifestarás esa cualidad.
Actúa como si estuvieras bien y sano, y tu enfermedad desaparecerá.
Actúa como si tuvieras éxito en tu carrera, y pronto encontrarás el éxito llamando a tu puerta.
Esto es cierto tanto en sentido positivo como negativo, pues si dices una mentira durante el tiempo suficiente, pronto empezarás a creértela tú mismo.
Asumir psicológicamente una determinada posición hace que ésta se produzca en la vida real.
La imaginación hace mucho más que proporcionar una vía de escape de la realidad; de hecho, nos da una puerta trasera a la realidad a través de la cual podemos ganar poder y control sobre nuestro entorno de una forma muy curiosa.
Existen niveles profundos y misteriosos de la mente que poseen poderes creativos bastante poderosos; se puede acceder a ellos y dirigirlos si sabemos cómo despertarlos, lo cual es en gran medida una cuestión de estimular estados emocionales elevados y mantener la atención en ellos.
Éste es el propósito de cualquier símbolo mágico, ya sea:
una cruz,
taza,
espada,
varita,
sigilo,
runa,
deidad o
forma.
Estos símbolos, que forman parte de nuestra herencia desde hace miles de años, tienen un significado especial para la psique humana, aunque la mente consciente no esté familiarizada con ellos.
Los símbolos son como llaves que abren puertas en la mente, dándonos acceso a poderes a los que no es fácil acceder de ninguna otra forma.
Las formas simbólicas proporcionan canales para las fuerzas.
Esto es cierto tanto si los símbolos son objetos físicos como si sólo son imágenes vívidas creadas en la mente.
Un símbolo es un punto de atención que permite al individuo entrar en contacto psíquico con una fuerza espiritual que es la vida animadora de ese símbolo.
Cuando representamos un gesto simbólico en una ceremonia, meditamos sobre una imagen simbólica o incluso contemplamos formas simbólicas en el arte, nos estamos poniendo en contacto con fuerzas que luego actúan a través de nosotros, creando cambios en el mundo que nos rodea por medio de nuestra propia mente.
Hay niveles de la realidad que sólo pueden concebirse e influenciarse por medio de símbolos.
El sistema de chakras es un ejemplo perfecto de esta dinámica.
Que hay siete centros anatómicos entre la coronilla y la base de la columna vertebral de cada persona, ningún yogui insistiría; estos vórtices en forma de loto son representaciones simbólicas que nos permiten manejar la energía dentro del aura.
Mary West is a metaphysician, writer, astrologer, and Magician. She teaches her students how to work with astral energy to enhance personal power, growth, productivity, and illumination.
