23 diciembre 2024
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Utiliza la magia para convertirte en el mejor empresario

Utiliza la magia para convertirte en el mejor empresario

La imaginación mágica es mucho más poderosa de lo que te imaginas, y puede utilizarse en cualquier ámbito de la vida, incluida la creación de tu empresa. Si puedes visualizar el éxito de forma constante, se materializará.
Es la ley Universal.
Visualiza exactamente lo que esperas conseguir, y síguelo con una acción consciente y mágica.
Aprende a utilizar la magia para convertirte en el mejor empresario.

 

Escribir un plan de empresa como una visualización

Un negocio sin un plan es como un barco sin rumbo.
Vagará sin rumbo fijo sin llegar a ningún destino porque no ha seleccionado un destino, y mucho menos ha trazado un rumbo para llegar allí.
Puedes tener un equipo de personas brillantes, un producto excelente y toda la infraestructura necesaria, pero un plan es la piedra angular absoluta de cualquier empresa, sin la cual se derrumbará.
Un plan, expresado simplemente por escrito, ayuda a orientar toda tu conciencia hacia la realización de tus objetivos; cuando tu conciencia está orientada de este modo, las energías del Universo se orientan entonces de este modo.
Escribe una declaración de objetivos breve y concisa.
Tu objetivo puede ser tan idealista, extravagante o grandioso como quieras, pero exprésalo clara y llanamente.
Un plan no tiene por qué ser largo, complejo o rebuscado; sólo tiene que ser claro, tanto para ti como para cualquiera que esté interesado.
Una declaración de objetivos ayuda a la empresa a mantener su enfoque y puede ser crucial para determinar la dirección de la empresa e incluso su nivel de éxito.

A continuación, describe claramente tu negocio.
¿Qué es?
¿A qué se dedica?
Describe el estado actual de la empresa.
Di quién está implicado y qué hace.
Esto puede parecer sencillo, obvio o innecesario al principio, pero cuanto más clara tengas tu visión, más fuerzas del Universo movilizarás al servicio de tu objetivo.
Puede que incluso te des cuenta de motivaciones que nunca antes te habías planteado, lo que te ayudará a alinearte con tus objetivos de forma aún más poderosa.
A continuación, escribe dónde quieres estar dentro de un año, dos años y diez años.
Explica cómo lo conseguirás.
Primero hazlo simple y brevemente con palabras, y luego hazlo con números.
Esboza tus previsiones de tesorería para los próximos cinco años.
Debe quedar claro cuánto capital vas a necesitar, qué vas a hacer con él y qué resultados prevés.

Gasta dinero en crecimiento

El Universo te reflejará la vibración que tú mismo mantienes.
Si quieres que tu empresa crezca, querrás emanar «crecimiento» y «beneficios» en la medida de lo posible.
La deuda es la vibración antitética al crecimiento.
Cuando estamos endeudados, estamos irradiando «carencia», porque somos conscientes constantemente de estar en saldo negativo.
Por tanto, si estás en la fase inicial de un negocio, evita los gastos que no produzcan beneficios inmediatamente.
¿Un mobiliario de oficina caro producirá beneficios, o aumentará tu deuda sin ningún beneficio real para el negocio?
La inversión es una parte crucial del negocio, así que no debes temer endeudarte si es necesario, pero debes dar prioridad a aquellas cosas que produzcan beneficios tangibles, resultados tangibles que puedas ver.
Mires donde mires, querrás ver crecimiento, porque entonces tú mismo estarás proyectando una vibración de crecimiento.

Descubre tu Propósito Superior como Empresario

El dinero es la savia de los negocios, pero éstos deben tener un propósito superior para sobrevivir y prosperar.
Ganar dinero no es en sí mismo lo suficientemente galvanizador emocionalmente como para marcializar todos los poderes del Universo que están disponibles para ayudarte.
Descubrir tu propósito te ayuda a recibir apoyo de todos los rincones del Universo, algunos de los cuales puedes planificar y predecir, y otros que nunca habrías imaginado.
Cada uno de nosotros tiene un propósito único para vivir, y para cumplir ese propósito se nos han dado talentos y habilidades únicos.
La mayoría de los verdaderos propósitos implican servicio, amor o hacer una contribución positiva de algún tipo.
Dedica algún tiempo a reflexionar sobre tu propósito y sobre los dones que ofreces de forma única a la humanidad y al planeta.
Probablemente das por sentados muchos talentos y no reconoces que son de gran valor para los demás.
Si hacer dinero es tu único propósito, el negocio se marchitará y morirá.
Puede que incluso tenga cierto éxito, pero ese éxito no será satisfactorio ni duradero.

Sentimos el impacto de esta mentalidad en la atmósfera asfixiante de una pequeña empresa que hará cualquier cosa por ganar o ahorrar un céntimo, así como en la corporación internacional cuyo principal énfasis es maximizar el valor para el accionista.
Esta actitud da lugar a corrupción, decisiones empresariales estúpidas, productos deficientes, baja moral de los empleados, clientela desleal, robos y desastres medioambientales.
Por el contrario, las empresas que irradian propósito, servicio y buena voluntad atraen a empleados leales, clientes, colaboradores y respeto.
Pasan de generación en generación, perdurando década tras década, porque ofrecen algo de valor eterno: integridad.

Comparte tus beneficios e invierte en los empleados

Tus empleados son tu mayor activo.
Puedes tener los mejores productos y servicios del mundo, pero si no tienes buenos empleados que creen esos productos, presten esos servicios, comercialicen tus productos, vendan tus mercancías y lleven tu contabilidad, todo quedará en nada.
Ofrece a tus empleados grandes beneficios en cuanto puedas.
Toma un porcentaje de los beneficios de la empresa -incluso cuando se trate de un nuevo negocio- y reparte esos beneficios entre los empleados, aunque no sea una gran cantidad a repartir.
Aparte del placer de un aumento salarial, tus empleados sentirán el orgullo de ser propietarios de su empresa, lo que incentiva la inversión personal.
La moral, el rendimiento, el mantenimiento y la productividad de la empresa aumentarán a medida que los empleados se vean a sí mismos como propietarios y gestores de la empresa que se benefician de que ésta vaya bien.

Ver continuamente el éxito

Querido empresario, por cada adversidad hay un beneficio igual o mayor.
La vida siempre está llena de problemas, pero puedes aprender a detectar las oportunidades inherentes a ellos.
Ésta es la clave para tener éxito en los negocios.
No importa tanto lo que haya sucedido o cuáles sean las cifras de tus libros en este momento; lo que importa es tu visión del camino que tienes por delante.
Si tu visualización del éxito es más fuerte que tus dudas y tu miedo, triunfarás.
Si dejas que tus dudas y miedos te abrumen, acabarás creando aquello de lo que dudas y temes.
Si sigues centrándote en las dificultades que conlleva el crecimiento -como el flujo de caja, las disputas entre personalidades, los problemas de fabricación, la escasez, los errores, etc.- acabarás creando nada más que más problemas y no llegarás a ninguna parte.
Si te mantienes centrado en una visión de tu éxito y en dónde quieres estar dentro de un año, acabarás alineando las fuerzas exactas que necesitas para lograr tu éxito.

Fija un objetivo anual de beneficios, y mantén esta cifra firmemente en tu mente.
Esta cifra te ayudará a mantener una visión de tu empresa como exitosa y rentable, y esta visión ayudará a tu empresa a seguir creciendo.
Tu éxito puede tomar un camino distinto del que habías planeado, y de hecho es lo más probable.
Elabora un plan claro, pero luego sé lo bastante flexible como para cambiarlo continuamente a medida que surjan nuevos problemas, obstáculos y oportunidades.
Puede que dentro de cinco años tu negocio tenga un aspecto totalmente distinto del que imaginas.
Vivimos en un universo cambiante; si te resistes al cambio, te resistes al universo mismo.