Redescubre la alegría: Cómo reconectar con tu niño interior

Más responsabilidades, menos tiempo para ti mismo, menos amigos. Es bien sabido: a medida que nos acercamos a la edad adulta, la alegría puede desaparecer. Pero esto no tiene por qué ser una conclusión inevitable. Un psicólogo conceptualizó el «niño interior», esa parte de nosotros que puede ayudarnos a redescubrir la alegría. ¿Listo para embarcarte en este viaje?

El estado actual de la salud mental

Como ya comentamos en nuestro artículo sobre la relación entre la salud mental y el running, la salud mental se ha convertido en un tema central de debate. En el pasado, el cáncer se consideraba la enfermedad definitoria, pero hoy en día se reconoce que el estrés es uno de los principales factores que contribuyen a su agravamiento. Un estudio realizado por la Fundación para la Salud Mental en 2017, en el que participaron 4.619 personas, reveló que «el 74% de las personas declararon estar tan estresadas que se sentían abrumadas o incapaces de afrontar la situación». De ellos, «el 51% de los adultos estresados dijeron sentirse deprimidos, y el 61% mencionaron experimentar ansiedad». Estas cifras son alarmantes y ponen de manifiesto la fragilidad de la salud mental, incluso antes de la crisis sanitaria mundial. El estudio identifica varias fuentes de estrés, como las deudas, la presión para responder a los mensajes y la preocupación por la propia imagen. ¿Podría encontrarse una solución? ¿Volver al concepto del niño interior podría ser una forma de redescubrir la alegría?

¿Qué es el Niño Interior?

Definición

El término «niño interior» (o niño divino) fue acuñado por primera vez por el psicoanalista Carl Gustav Jung en 1940. Según él, el niño interior es la parte infantil tanto del hombre como de la mujer. Representa la parte sensible de nuestra personalidad que puede llevarnos a actuar de forma infantil.

¿Cómo actúa el Niño Interior?

Todo el mundo tiene un niño interior, y se manifiesta con mayor o menor frecuencia según la personalidad del individuo. Hay algo que debes comprender: si reprimes a tu niño interior, se entristecerá, y tú también. Está ahí para experimentar emociones, tanto positivas como negativas. Sin embargo, a menudo reprimimos nuestros pensamientos y comportamientos negativos (ira, impotencia, tristeza) debido a las expectativas sociales depositadas en los adultos. Por desgracia, al reprimir esta parte de nuestro niño interior, la aislamos e impedimos que experimente emociones positivas como la felicidad y la alegría. Mi niño interior siente todas las emociones: lágrimas de tristeza y alegría. Y yo soy la única que puede ocuparse de él. Entre las causas del sufrimiento interior están

• Rechazo y humillación
• Negligencia emocional
• Castigos injustos
• Secretos y discusiones familiares
• Inestabilidad
• Maltrato

¿Cómo sé si mi niño interior está herido?

Es probable que lo sientas muy dentro de ti. Los nervios se crispan y te sientes desconectado de ti mismo. He aquí una lista no exhaustiva de posibles heridas interiores:

• Miedo al abandono
• Sentirse incomprendido
• Autocrítica
• Culpa
• Soledad
• Hipersensibilidad
• Tristeza
• Ira reprimida
• Cuestiones de control
• Fobias
• Fatiga

¿Los hipercelos son una cicatriz de una vida pasada?

¿Cómo cuidar a mi niño interior?

Tranquilízalo

Como todos los niños, tu niño interior experimenta emociones intensamente. Puede saltar de alegría o explotar en una rabieta. Y es aún más difícil porque siente las emociones de un adulto. ¿Te imaginas el sufrimiento que puede experimentar? Tu papel es nutrirlo, protegerlo del dolor del mundo. Cuando sientas que afloran emociones negativas y oscuras, deja que tu niño interior se exprese. Puede que explote, grite o se frustre, pero debes escucharlo. ¿Por qué actúa así? ¿Necesita que le tranquilices? ¿Se basa en la realidad o es sólo un capricho? Recuerda que te enfrentas al niño de cinco años que fuiste, lidiando con los problemas de una persona de treinta, cuarenta o cincuenta años. ¿Puedes entenderlo? No tengas miedo de sus emociones; al contrario, abrázalas. Para ayudarte, puedes llevar contigo una foto tuya a los cinco años. Te proporcionará un ancla visual para comprender mejor a tu niño interior y conectar con él.

Acéptalo

Puede que no te guste inmediatamente tu niño interior. Representa todo lo que has reprimido: un manojo emocional de nervios y tristeza. Pero debes dejar una puerta abierta para que se exprese. ¿Te imaginas la fuerza abrumadora de las emociones atrapadas dentro de alguien que ha estado silenciado durante años? Puede ser explosiva y difícil de manejar, ¡pero es esencial! Dale la atención que ansía. Sufre y necesita purgar ese dolor. Este sufrimiento no viene de ti, así que no seas demasiado duro contigo mismo. Quiérete, porque si te conviertes en un padre triste para tu niño interior, él también estará triste. La culpa es un sentimiento ligado a los niños, y también a tu niño interior.

Escúchalo

Esto es un resumen de lo que ya se ha mencionado, pero un recordatorio nunca viene mal. Debes escuchar a tu niño interior, sobre todo reconociendo el mensaje que te envía. No se trata sólo de dejar que las emociones exploten. También tienes que hacerle saber que las has recibido y que harás todo lo posible por ayudarle. Esto es exactamente lo que haría un padre por su hijo. Validas su presencia, ofreciéndole un espacio para expresarse y una oportunidad para la introspección, enseñándole paciencia, estructurando los pensamientos, ofreciéndole atención y mucho más. Para que tu niño interior se sienta escuchado y lleno de amor, es vital que te disculpes por haberlo descuidado y le recuerdes lo mucho que te importa. Roma no se construyó en un día, y tu relación con tu niño interior tampoco se arreglará de la noche a la mañana. Lleva tiempo reconectar con tu niño interior y proporcionarle el cuidado que se merece.

¿Un Niño Interior Feliz = Un Yo Feliz?

Sí, eso es lo que debería ocurrir. Cuando tu niño interior se sienta protegido, querido y escuchado, no tendrá más rabietas porque ya no estará vigilando tus emociones. Su control sobre tus emociones se aflojará, y cada uno de vosotros retomará el papel que le corresponde. Será el niño y tú serás el adulto. A su vez, tu niño interior será libre de abrazar algo que todo niño debería saber: la felicidad. Ya no temerá pedir atención, actuará libremente y sentirá alegría. Redescubrirá la alegría, y todo ello se reflejará en ti. Te lo mereces, y tu niño interior también.

La clave para redescubrir la felicidad interior según tu signo del zodiaco