¿Qué es una deuda kármica y qué significa la numerología del karma?

Cada día de nuestra vida llegamos a conocer conceptos que, por lo demás, son nuevos para nosotros.
También llegamos a conocer la importancia que tienen en nuestras vidas.
Uno de estos conceptos es el de la deuda kármica.
Es posible que ya conozcas el karma y el lugar que ocupa en el mundo.
Pasemos ahora a una filial del mismo, con mandatos bastante similares.

Deuda kármica y desafíos vitales

En su forma más simple, la deuda kármica es la carga adicional que uno lleva sobre su alma, que debe pagar a través de ciertos retos en su vida.
Mientras que el karma habla de las cosas malas que te ocurren por las cosas malas que puedes haber hecho, la deuda kármica habla de los errores o cosas malas que puedes haber hecho en tu vida anterior y que no se pagaron adecuadamente en esa vida.
Así se explican las vidas aparentemente bien llevadas que dan giros inesperados.
Los números asociados a la deuda kármica son el 13, el 14, el 16 y el 19.
Su posición en tu carta numerológica es tan eficaz como su valor numérico.

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Números de la deuda kármica

Los números de la deuda kármica, como ya hemos dicho, dependen en gran medida de su posición a la hora de descifrar su significado.
Si el número de los deseos de tu corazón resulta ser uno de los números de la deuda kármica, puede significar que pasarás de forma natural a tomar malas decisiones en cuanto a elecciones vitales.
Estas elecciones vitales pueden clasificarse fácilmente según lo que desee tu corazón.
Esto puede incluir el coche nuevo que querías comprar o incluso tus decisiones sobre relaciones.
La solución a esto es pensar claramente en cada decisión que tengas que tomar.
La mejor manera de afrontarlo es también ver qué y cuántos contras tiene tu primera elección, o el deseo de tu corazón.

Deuda kármica número 13

El número 13 ya es bastante impopular, con recelos sobre su mala suerte.
Este número habla de frustración y de ser aparentemente incapaz de hacer las cosas a tiempo.
Algunos numerólogos afirman que está relacionado con la pereza que uno puede haber mostrado en su vida anterior.
Algo común que afrontan todas las personas con el 13 como número de deuda kármica son sus constantes esfuerzos infructuosos.
Puede parecer que se esfuerzan mucho, pero no les resulta tan rentable como esperaban.
Esto se debe principalmente a su visión.
Saben que hacen un gran esfuerzo, pero rara vez se preocupan de si va en la dirección correcta o no.
Una vez que esto esté en orden, a estas personas les resultará mucho más fácil controlar sus vidas.

Deuda kármica número 14

El 14 habla de la libertad humana y de su abuso, por lo que forma una parte muy importante de la numerología de la deuda kármica.
Cualquier persona que tenga el 14 como número en su carta de la deuda kármica puede estar pensando que se ve obligada a adaptarse a situaciones siempre cambiantes.
También puede tener la sensación de que el mundo está siempre en su contra, sin dejarle espacio suficiente para asentarse en las cosas.
Cualquier intento de confiar su cuerpo a objetos extraños, como las drogas, puede desembocar en situaciones perjudiciales.
La lección básica que hay que aprender de aquí es que la vida puede parecer una carretera con más curvas de las necesarias.
Sin embargo, permanecer en la carretera es la única forma de salir adelante.

Deuda kármica número 16

El 16 es un número que habla de un ritual que la Tierra lleva viendo tanto tiempo que probablemente ya ni siquiera lo considere importante.
Es el concepto de destrucción de lo viejo para dar paso a lo nuevo.
Algunos pueden llamarlo limpieza; otros, destrucción de ídolos.
Elijas como elijas llamarlo, una cosa es inminente, y es que no puede detenerse.
Los numerólogos creen que la reunión con el Gran Espíritu se completa a través del número 16.
Sin embargo, no es tan fácil como parece.
Para dar paso al renacimiento, uno tiene que pasar por el proceso de acabar por completo con su yo actual.
Cualquier ego inflado o estructura elevada debe ser derribada y rechazada.
Sin embargo, una vez hecho esto, una persona de número 16 ha pasado por un cambio de imagen total, ha saldado su deuda kármica y está lista para volver a formar parte de este mundo.

Número kármico 19

El 19 es el último de los números de la deuda kármica, aunque igualmente importante.
Gracias a los poderes de este número, las personas saldan su deuda kármica aprendiendo la importancia de la independencia y controlando su impulso a hacer un mal uso de los poderes que el mundo les ha confiado.
Otra característica de este número es hacer que una persona aprenda a defender una causa determinada, sin encontrar a nadie que la respalde.
Incluso en el caso de las causas sociales, en las que es una lucha de todos, una persona con el número kármico 19 debe resistir sola y ganarla para saldar su deuda kármica.
Sin embargo, la lección importante que se aprende aquí es que, incluso en la posición más elevada de líder, cuando luchas por tus derechos, sigues siendo un ser humano y no debes considerarte más que eso.
Una vez que te das cuenta de ello, los sentimientos de empatía se arraigan profundamente en la persona, impulsándola a hacer muchas cosas grandes en la vida.