Palabras de Poder Espiritual: Prudencia

La espiritualidad es un término poderoso que engloba una forma de pensar, sentir y vivir en el mundo.
Esencial para la vida espiritual es el pensamiento consciente y la elección de experimentar los muchos aspectos diferentes de la existencia humana y la interacción consciente con los demás y con nuestro entorno.

Con una visión espiritual de la vida, podemos ver lo divino en lo mundano, lo milagroso en cada día y lo extraordinario en lo ordinario.
Esta serie mensual se centrará en el poder espiritual de las palabras comunes y los conceptos que representan.
La palabra de este mes es Prudencia.

El significado mundano de la prudencia

La prudencia se define como «la capacidad de gobernarse y disciplinarse mediante el uso de la razón».
A menudo necesitamos ser prudentes a la hora de decidir sobre un trabajo, la universidad o una conversación con determinados miembros de la familia.
Pero, ¿qué significa comprender el poder espiritual de la «prudencia»?

Lo espiritual en la prudencia

Arriba tienes dos cartas de dos barajas de tarot diferentes que ilustran maravillosamente el concepto de prudencia desde una perspectiva espiritual.
La primera carta es del Tarot Sol y Luna y la segunda del Tarot Rohrig.
En cada representación, existe una conexión visual entre la tierra y el cielo.
La tierra representa la realidad, el mundo físico, la solidez y la estabilidad.
El cielo representa las esperanzas, los sueños, los deseos y la imaginación.
Así, la conexión de la mujer, con su amor, ayudando a la planta a crecer hacia el cielo; y el árbol, con raíces sólidas y ramas etéreas para formar un puente entre lo real y lo imaginado.

• Palabras de Poder Espiritual: Consecuencia

La prudencia es el «florecimiento de la riqueza interior y exterior. Sabiduría y creatividad» (El Libro del Tarot de Rohrig, 152).
La prudencia es un riesgo prudente, no una aversión al riesgo.
Si quieres saltar de un avión para experimentar el paracaidismo, entonces es prudente aprender a empaquetar el paracaídas adecuadamente, entrenarte con alguien experimentado y estudiar el proceso antes de intentar la experiencia.
Actuar con prudencia es la mejor manera de probar nuevas experiencias y aumentar las probabilidades de obtener un resultado positivo.
Como puedes ver en las cartas anteriores, la prudencia está asociada al palo de los pentáculos y los discos, ambos símbolos de la energía de la tierra.
Curiosamente, la carta de la prudencia se refiere en realidad al ESFUERZO y a hacerlo de forma reflexiva, no temeraria.

Vivir una vida prudente

En una época de consumismo y gratificación inmediata, la prudencia ha caído en desgracia como filosofía para vivir con éxito, aunque su eficacia nunca disminuye.
Cuando alguien cae presa de una mentalidad de aversión al riesgo y de una falta de voluntad para cambiar, se le puede denominar «mojigato», una persona temerosa de las nuevas normas que desea aferrarse a los «viejos valores» e incluso imponérselos a los demás.
Vivir con prudencia no significa vivir sin diversión o evitar lo nuevo.
Es una energía que, de hecho, ayuda a traer nuevas ideas y acciones al mundo con seguridad, si no con rapidez.
Hemos desarrollado muchas formas de expresar el comportamiento prudente con respecto al dinero y las relaciones.
Es «prudente» ahorrar dinero cuando te sobra por si tienes una necesidad inesperada.
Mi abuelo, que nació en 1919 y vivió hasta los 96 años, me contó una vez cómo vio cambiar el mundo con respecto al dinero y las deudas.
Nació en una zona rural de Carolina del Norte, que es una parte bastante pobre del estado, más aún en las décadas de 1920 a 1950.
Una vez le pregunté por la Gran Depresión; tendría 10 años cuando se hundió el mercado y 22 cuando atacaron Pearl Harbor.

• Palabras de Poder Espiritual: Aceptación

Cuando le pregunté cómo había sido vivir la Gran Depresión, me dijo, y cito: «Era pobre cuando empezó y era pobre cuando terminó».
Su perspectiva no se vio sacudida por lo que ocurrió con el mercado de valores porque su parte del mundo no «retrocedió» en las ganancias porque seguía funcionando a un nivel de subsistencia.
Comparto esta historia porque a veces hablábamos de lo diferente que era comprar cosas en mi vida de lo que había sido en la suya.
No había crédito cuando él crecía.
Cuando ahorraba para comprar algo, como su primer frigorífico o su primer coche, ahorraba un 20% más de lo necesario para comprar el artículo.
Le pregunté por qué y me dijo que el extra era para pagar las reparaciones cuando se rompía.
Vivía una vida prudente por necesidad, me enseñó, junto con mi abuela, a vivir una vida prudente por elección.
Mi abuelo siempre quiso viajar, pero nunca pudo permitírselo tomándose unas vacaciones.
Prudentemente, eligió ser camionero.
Antes de dejar de ser camionero, había conducido por todos los estados de EE.UU. excepto Hawai y Alaska.

Tomar decisiones prudentes

Aprender a tomar decisiones prudentes puede ser una de las mejores herramientas de tu caja de herramientas vital.
Para llegar a ser bueno en la habilidad de decidir con prudencia, tienes que encontrar el equilibrio entre el sueño, la realidad y tu voluntad de «ir a por todas» con tu necesidad de «mantenerte a salvo».
Todos tenemos distintos niveles de riesgo con los que nos sentimos cómodos y distintos niveles de seguridad que necesitamos.
La prudencia es la navegación de esas energías de forma que sientas que honras a tu alma, ayudándote a esforzarte y a crecer sin desligarte de los apegos y el arraigo que necesitas para vivir una vida física y financieramente sana.
Tomar decisiones prudentes implica «hacer una pausa» antes del momento en que pretendes seguir adelante.
En ese momento de revisión, aprovechas para asentarte en un lugar positivo con tu elección.
Gracias a mis abuelos, y también a mis padres, he descubierto que vivir con prudencia hace la vida muy feliz.
No me faltan saltos de fe bastante asombrosos, pero mi método de «salto» se ha perfeccionado gracias a una energía espiritual prudente.
Si puedes conectar el «cielo» y la «tierra» en tus decisiones, con el tiempo verás desarrollarse un viaje asombroso con avances y éxitos constantes.
También podrás evitar algunos de los contratiempos y pérdidas más graves que conlleva el abandono temerario en situaciones que realmente necesitan una acción prudente.