14 noviembre 2024
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Los 5 tipos principales de sueños

Los 5 tipos principales de sueños

Hay varios tipos de sueños, y esto debe tenerse en cuenta siempre que se hable de este tema.
Los sueños ocurren por la noche, pero también durante el día, más allá de los sueños normales, y bajo múltiples formas.

Conocer los distintos tipos de sueños facilita su interpretación, porque cuando sabes de qué tipo de sueño se trata, te resulta más fácil interpretarlo en consecuencia y obtener de él consejos y lecciones útiles para mejorar tu existencia en todos los aspectos posibles.

Así pues, hay varios tipos de sueños que pueden analizarse.
Normalmente, aunque los hay de muchos tipos distintos, se clasifican en cinco tipos principales.
Infórmate sobre los distintos tipos de sueños, y luego presta atención a los tipos de sueños que tengas.
Este artículo te facilitará su interpretación.

1/ Sueños ordinarios

Éste es el tipo de sueño más común, el que sueles tener todas las noches, aunque no puedas recordarlo al despertar.
También puedes tener un sueño corriente durante el día.
Cuando estás muy cansado, durante una siesta, después de un entrenamiento intenso, o de una sesión de relajación o meditación… puedes quedarte dormido y tener algunos sueños tan interesantes como los nocturnos.
Pero tienes que recordarlos cuando te despiertes.
Es más difícil que por la noche, porque normalmente cuando te despiertas por la mañana estás en un entorno tranquilo y puedes tomarte todo el tiempo que necesites para recordar tus sueños.
Es más difícil recordar tus sueños durante el día.
De hecho, la mayoría de las veces que te duermes durante el día (voluntariamente o no) sueles despertarte de repente, a veces entre otras personas, en el transporte público, en un coche (¡preferiblemente como pasajero!).

Este despertar repentino suele ocurrir en un lugar ruidoso, o por el contrario puede ser provocado por el ruido que te rodea (voz, claxon, ruido del tráfico, niños gritando…) Cuando te quedas dormido en estas condiciones, a menudo tienes un sentimiento de culpa e intentas parecer más erguido.
Hacer un esfuerzo por recordar tus sueños no podría estar más lejos de tu mente en este tipo de situación.
Como consecuencia, te olvidas de ellos más fácilmente que de los sueños nocturnos, y vuelves rápidamente a tu patrón habitual.
En este contexto, puede ser muy difícil recordar tu sueño, a menos que estés acostumbrado a ello o si esos sueños fueron especialmente impactantes, de un modo agradable… o aterrador.

2/ Pesadillas

Esto también puede clasificarse como un sueño.
De hecho, en el artículo anterior, hemos definido un sueño como «una experiencia mental que ocurre durante el sueño (diurno o nocturno) y que puede tener un significado obvio o simbólico».
Una pesadilla se ajusta perfectamente a esta definición, con la única diferencia de su connotación negativa.
Parece tan realista que a menudo te despiertas sobresaltado, empapado en sudor o lleno de miedo… ¡y puede durar bastante tiempo!
Una ventaja que tienen las pesadillas sobre los sueños normales es que sueles recordarlas más vívidamente, ¡porque experimentas sensaciones muy fuertes e impactantes!
Como tales, es fácil memorizarlas y puedes extraer rápida y fácilmente algunas lecciones de ellas, porque estás motivado para no volver a experimentar lo mismo.
Así, puedes encontrar lecciones muy interesantes sobre la personalidad de tu lado sombrío, ¡a veces más fácilmente que a través de los sueños ordinarios!
No tienes por qué tener miedo de las pesadillas, ya que tu mente no intenta asustarte, sino que tú eres la fuente misma de tus propios terrores nocturnos.
Los malos sueños y las pesadillas también proporcionan una visión fascinante de tu mente subconsciente.
Cuando los analizas, puedes obtener mucha información sobre el origen de tu miedo, ansiedad, etc. y puedes deducir consejos muy útiles para librarte de varios de tus defectos y puntos negativos, y así avanzar en tu camino de evolución.

3/ Sueño lúcido

Éste es el coche de lujo de los sueños: el objetivo último que debe esforzarse por alcanzar cualquier persona que quiera maximizar seriamente los recursos de sus sueños.
El sueño lúcido consiste en darte cuenta de que estás soñando desde dentro de tu sueño y luego poder cambiar cualquier elemento de ese sueño a voluntad.
La principal ventaja respecto a los sueños ordinarios es que puedes programar tus sueños lúcidos antes de irte a dormir, y una vez que estás dentro de ese sueño y eres consciente de que estás soñando, te conviertes en el amo de tus propios sueños.
Puedes experimentar cualquier cosa que desees, incluso tus deseos más secretos, sensuales o íntimos, aquellos con los que sueñas pero que no puedes realizar en la vida real.
A menudo, el carácter imposible de tus deseos proviene de bloqueos imaginarios que te impones a ti mismo o de condicionamientos previos impuestos por tu educación o las normas de la sociedad en la que vives, de la influencia de la publicidad o de ideas prefabricadas que nunca has pensado en cuestionar.
En un sueño lúcido, no estás atado por las limitaciones físicas de tu cuerpo ni por tus normas habituales de moralidad, puedes convertir a los superhéroes de las películas y sus extraordinarios poderes en aficionados por comparación, porque en tu sueño puedes tener todos sus superpoderes al mismo tiempo, ¡y más!
Puedes, a voluntad: volar, desaparecer instantáneamente, viajar a los confines del mundo o a reinos superiores, encontrarte con guías espirituales, seres de luz, ángeles, familiares vivos que residen lejos de ti, o incluso con difuntos.
Puedes vivir cualquier experiencia imaginable e inimaginable.
¡Sólo estás limitado por las limitaciones de tu propia imaginación!
Sólo tienes que aprender a practicar el sueño lúcido, y en poco tiempo -siempre que te entrenes con regularidad y tengas la suficiente confianza- ¡lograrás rápidamente el sueño lúcido y te convertirás en el amo de tus propios sueños!
No es especialmente difícil de hacer, los únicos obstáculos serán los que tú mismo te pongas de antemano, si no te lo crees o si estás convencido de que no lo conseguirás.
Miles de personas han conseguido alcanzar el sueño lúcido y éste ha transformado completamente su vida.
Les ha proporcionado soluciones a sus problemas aparentemente irresolubles (al menos desde su punto de vista habitual) o les ha permitido hacer realidad todos sus deseos.
¿Por qué no intentarlo?

4/ Soñar despierto

Es el tipo de sueño que tienes involuntariamente cuando estás despierto y tu mente empieza a divagar, desconectándote de lo que estabas haciendo en ese momento.
Según varios estudios, todo el mundo experimenta este tipo de desconexiones durante una media de 70 a 120 minutos al día.
Sin embargo, si sueñas despierto abiertamente, la gente puede menospreciarte.
Algunos dirán que eres vago, distraído, pasivo… Queriéndolo o no, esta actividad es la que ha dado mala fama a los sueños.
Esta reputación inmerecida se ha cimentado con frases hechas como «Sueña tu vida», «es un soñador», «no lo sueñes ¡hazlo!».
Puedes empezar a soñar despierto en cualquier momento, sobre todo cuando estás haciendo algo repetitivo o que has hecho muchas, muchas veces.
Tu mente empieza a divagar, sigues haciendo lo que haces por reflejo, pero tu consciencia desaparece.
El mejor ejemplo sería mientras conduces.
Agarras el volante, frenas, vas de un punto a otro sin pensar realmente en ello, porque vas con el piloto automático, valga el juego de palabras.
Mientras tanto, tu mente suele estar centrada en otra cosa: piensas en la discusión que acabas de tener, en la reunión a la que vas a viajar, en tus próximas vacaciones, en el dinero que deseas ganar…

Soñar despierto también puede enviarte al pasado mientras rememoras y recuerdas cosas que has hecho bien, o mal.
Tu mente también puede anticiparse al futuro para imaginar las distintas formas de reaccionar ante una situación que vas a vivir a nivel profesional, familiar, sentimental… También puedes pensar mientras caminas o conduces, imaginando de antemano todas las delicias que pronto podrían ser tuyas… ¡Las ensoñaciones, como cualquier otro tipo de sueño, te sitúan en un estado alterado de conciencia y lejos de tu vida cotidiana!
Puedes imaginar cualquier tipo de situación, igual que en un sueño lúcido… la principal diferencia es que, al contrario que en el sueño lúcido, no llegas a experimentarla de primera mano ahora mismo, sino a veces en el futuro.

5/ Sueños de vigilia dirigidos

Se trata de una práctica diseñada por un psicoterapeuta francés, Robert Desoille (1890- 1966).
Algunos podrían decir que no es más que una variante de la ensoñación, porque utiliza la mayoría de sus características, pero como su nombre indica lo hace de forma dirigida, como práctica terapéutica.
Bajo la atenta mirada de un practicante, el paciente puede expresar sus deseos reprimidos que están encerrados en su vida cotidiana.
El paciente imaginará un escenario en el que puede visualizar libremente todo lo que ve (objetos, paisajes, símbolos…), las emociones que siente y las personas o animales que conoce… Puede hacerlo libremente, pero a veces el terapeuta le proporcionará una imagen o situación de partida que será el punto de partida del propio escenario del paciente.
A continuación, el paciente describe cualquier emoción, sentimiento o experiencia que tenga… Estas evocaciones pueden desencadenar movimientos corporales involuntarios, o expresiones faciales positivas (alegría, placer, satisfacción…), así como negativas (tristeza, enfado, ira…).
Por último, el terapeuta interpretará todo lo que el paciente haya dicho en voz alta para ayudarle a comprender las situaciones que ha vivido y los símbolos que ha visualizado.

Conclusión: decenas de tipos de sueños

Hay muchos otros tipos de sueños.
Entre los más comunes, podemos mencionar los sueños recurrentes, en los que tienes el mismo sueño varias veces.
Tienes falsos despertares en los que te despiertas de un sueño a otro sueño y entonces estás convencido de que estás despierto… hasta que realmente te despiertas y te das cuenta de que seguías dormido.
También hay sueños proféticos en los que tienes visiones de tu propio futuro; los sueños terapéuticos te proporcionarán soluciones a algunos problemas de salud o te ayudarán a prevenirlos.
También puedes soñar advertencias vívidas sobre problemas que se avecinan en un futuro próximo o lejano.
Date un paseo por el camino etéreo de los sueños y selecciona los que más te interesen, los que te parezcan más útiles.
Nuestro próximo artículo se centrará en la siguiente pregunta: «¿Los diccionarios de sueños son inútiles o útiles?».