La sal: El antiguo oráculo que has pasado por alto
17 febrero 2025 | Isabella Oracle
Tarot, numerología, cristales, adivinación, varitas de zahorí: hay muchas herramientas adivinatorias. Cada persona utiliza la que más le resuena. Pero ¡es fácil quedarse atascado en un ciclo! En un artículo anterior, te presentamos tres herramientas menos conocidas, y te gustó mucho. Así que hoy te traemos otra: la adivinación con sal, o alomancia. ¿Listo para descubrir este antiguo oráculo?
¿Qué es la Alomancia?
La alomancia es una antigua forma de adivinación que utiliza objetos cotidianos para transmitir mensajes e interpretaciones. Etimológicamente, «halo» significa «sal» y «manteia» significa adivinación. Por tanto, es la práctica de leer las formas que forman los cristales de sal. Es similar a la caféomancia y la tasomancia, que consisten en leer los patrones que dejan los posos del café o las hojas de té. Pero eso no es todo. La alomancia también se utilizaba como ritual para comunicarse con las divinidades, sobre todo en las sociedades antiguas en las que la sal simbolizaba un pacto sagrado y la eternidad.
La alomancia es una herramienta de adivinación muy poco conocida. Es difícil encontrar información sobre ella, lo que lleva a muchos a creer erróneamente que es una práctica rudimentaria. Pero ¡eso no es cierto! Es uno de los oráculos más antiguos de la historia. En los primeros tiempos de la humanidad, fue utilizado por los primeros videntes. Pero, ¿por qué era tan importante? Sin entrar en detalles físicos y geológicos, la sal está compuesta de cloro y sodio. Debido a su producción natural en el mar y en la tierra, la sal tiene propiedades purificadoras y conservantes. Esto la convirtió en un alimento y material esencial para la vida cotidiana. En varias culturas, también se consideraba una herramienta para ahuyentar a los malos espíritus y sellar los espacios sagrados. Además, en la antigua Roma, la sal era la paga de los soldados(salarium), ya que era un producto raro y caro. Por poner otro ejemplo: entre los chamanes, la sal servía a menudo de puente entre las energías terrenales y celestiales. Protección, purificación, rareza: ¡no es de extrañar que se convirtiera en una herramienta adivinatoria!
Alomancia: Diferentes lecturas e interpretaciones
La sal, al ser un alimento común hoy en día (aunque antaño fuera rara y costosa), se ha utilizado de distintas formas según la época y la cultura.
Pregunta cerrada: Echar sal al fuego
Esta técnica es probablemente la más conocida: echas sal al fuego y escuchas la respuesta. ¿Escuchar? ¡Sí! Este método es un tipo de piromancia. Se utiliza para obtener una respuesta afirmativa o negativa a una pregunta cerrada. Para ello, el adivino formula una pregunta y, a continuación, arroja un puñado de sal gruesa sobre una placa muy caliente, escuchando el crepitar que produce al arder. Si el crepitar (o arder) es débil, la respuesta es sí. Si es fuerte, la respuesta es no. Las interpretaciones pueden ir más allá. Un ruido prolongado puede indicar obstáculos, mientras que un silencio total podría señalar la necesidad de precaución o silencio.
Esta técnica también consiste en lanzar sal, pero sin dejar que arda. Para esta técnica de alomancia, el adivino formula una pregunta abierta, lanza la sal al aire y la deja caer al suelo (o a una superficie plana). A continuación, interpreta las respuestas a partir de las formas formadas por la sal. Esta técnica es más compleja, pues requiere conocer las diversas interpretaciones de las formas que deja la sal. He aquí algunas interpretaciones posibles:
Círculo: Renovación, éxito
Doble círculo: Relación, compañerismo
Espiral: Evolución, transformación
Línea: Bloqueo, parada
Líneas múltiples: Inercia, incapacidad para cambiar
Flecha: Dirección clara
Zigzag: Incertidumbre
Cruz: Fin, elección por hacer
Triángulo: Logros
Corazón: Amor, emociones sinceras
Nube: Incertidumbre, situación compleja
Estrella: Protección divina, éxito venidero
Luna: Intuición, ciclos
Pájaro: Movimiento
Onda: Inestabilidad emocional
Animal: Guía, protección espiritual
Humana: Aliado
Punto aislado: Soledad, situación que requiere atención
Derramar Sal: ¡Desgracia!
Como hemos visto, la sal era un bien escaso y costoso. Derramarla sobre la mesa se consideraba un despilfarro y, sobre todo en la Edad Media, era un mal presagio, señal de un posible desastre económico.
Arrojar Sal por Encima del Hombro Izquierdo: ¡Buena suerte!
Contrariamente a la tradición anterior, no es infrecuente contrarrestar la mala suerte echando sal. Pero hay un método específico: arrojar sal sobre el hombro izquierdo puede alejar el mal de ojo. ¿Por qué el hombro izquierdo? Solemos pensar que Satanás se sitúa en el hombro izquierdo de cada persona. Arrojar sal sobre el hombro izquierdo ciega al demonio, con lo que se aleja la mala suerte.
Como puedes ver, la alomancia no tiene reglas estrictas. Como todas las formas de adivinación, las interpretaciones suelen dejarse a la discreción del vidente. Pero también puedes intentar leer la sal tú mismo. Personalmente, creo que el método más sencillo es la técnica de la pregunta abierta:
Coge un puñado de sal gorda
Haz una pregunta clara y concreta
Cree en ti mismo
Lanza la sal al aire y déjala caer sobre una superficie plana o sobre el suelo
Observa las formas y anota tu primera impresión.
También puedes investigar un poco más en Internet para interpretar las formas que veas. Consejo: Para mejorar la experiencia, crea una atmósfera meditativa con velas y concéntrate en tu intención.
Alomancia: Un viaje a los misterios de la sal
Aunque poco conocida, la alomancia es una práctica fascinante que aprovecha uno de los elementos más antiguos y sagrados de nuestro mundo: la sal. Rica en historia y simbolismo, la sal no es sólo un condimento. Se convierte en una puerta a lo invisible, que nos permite interpretar las energías ocultas y los mensajes del universo. Hoy, en un mundo donde las técnicas modernas coexisten con las tradiciones antiguas, ¿por qué no redescubrir este método olvidado e incorporarlo a tus rituales personales? Prueba la alomancia para hacer preguntas al universo. Puede que encuentres respuestas inesperadas en estos granos de sal. ¿Estás preparado para dejar que la sal se convierta en tu oráculo?
Greetings, dear readers! I'm Isabella, a writer hailing from the charming city of Baltimore. Born on a warm summer's day in 1974, under the nurturing sign of Cancer, I've journeyed through life with a pen in one hand and a heart full of stories. As a proud mother of two brilliant lights, my daughter and son, I weave tales not just from imagination, but from the lived experiences that decorate our daily existence. My writing, a reflection of my soul, aims to simplify the complex and enlighten the curious. Join me as we explore the beauty of words and the power they hold to connect, heal, and reveal the world in new ways.