La Magia Curativa de las Películas de Navidad: Alimentar el alma durante las fiestas
9 diciembre 2024 | Isabella Oracle
Maria Carey lo dice mejor que nadie: la temporada navideña empieza el 1 de noviembre. Música navideña, villancicos, adornos, regalos, deseos y, por supuesto: ¡Las películas de Navidad! Pero, ¿por qué nos gustan tanto estas películas? ¿Qué las hace mágicas?
Películas navideñas Crea Navidad
Igual que nos damos un atracón de películas de terror en Halloween o de vídeos de superación personal en enero, las películas navideñas también preparan el terreno. Cuando se emite la primera en la televisión, sabemos que se acerca el final del año, y también las fiestas. Todos sabemos que las rutinas se construyen en torno a marcadores familiares, y lo mismo ocurre con las películas navideñas. Las películas navideñas de tarde son una tradición, y las necesitamos para sentir de verdad las fiestas. Es más, ver una película navideña cada día funciona como un calendario de Adviento: cuantas más veamos, más nos acercaremos a Nochebuena, a las fiestas y a los regalos. ¡Y este calendario de Adviento lo pueden disfrutar sin moderación tanto los adultos como los niños!
Estereotipos que consuelan
No hay sorpresas: Las películas navideñas no son cine culto. Son más bien películas de caramelo que vemos sin juzgar, sabiendo exactamente lo que buscamos. De hecho, estas películas se construyen en torno a tropos familiares que esperamos ver. En primer lugar, está Papá Noel. A menudo tiene poderes mágicos, pero se encuentra con un problema. Luego está la Sra. Claus, llena de compasión y siempre ahí para ayudar al héroe. También tenemos a la persona a la que le ENCANTA la Navidad y, a la inversa, a la que la ODIA. Normalmente, la trama gira en torno a un reto: encontrar un sustituto de Papá Noel, salvar la Aldea de Navidad, organizar las fiestas de fin de año, etcétera. Cuando vemos una película navideña, no podemos desilusionarnos: sabemos que todo saldrá bien desde el principio.
Por encima de todo, las películas navideñas destilan amor y familia. No es de extrañar, ya que la Navidad es una época para compartir y reunirse. En estas películas, a menudo hay una desavenencia entre las personas que hay que arreglar antes de que rueden los créditos finales. En Navidad siempre prevalece el amor, ¡incluso cuando el antagonista quiere vender la aldea de Papá Noel y convertirla en un centro comercial! Las películas navideñas nos recuerdan las diferencias y los esfuerzos que a veces tenemos que hacer con nuestros seres queridos para que triunfen la conexión y el amor. Estos esfuerzos suelen ilustrarse con la salida del protagonista de su casa para reencontrarse con la familia. La Navidad brinda la oportunidad de reunirse y estrechar lazos. Por último, el amor romántico también es fundamental en las películas navideñas, más allá del amor por la familia y los amigos. La mayoría de las veces, el protagonista está en conflicto, solo, viudo, divorciado o atravesando una ruptura, y un nuevo amor aparece como por milagro. El milagro de la Navidad, ¡que nos tranquiliza el corazón!
Un poder calmante
Más que nunca, me atrevo a decir que las películas navideñas son un remedio contra la ansiedad. Con tiempos inciertos, crisis crecientes y una sensación de inseguridad cada vez mayor, las películas navideñas permanecen inalterables. Ofrecen una reconfortante burbuja de bondad, generosidad, reencuentros y bienestar. En estas tramas, la esperanza nunca muere, y los personajes terminan sus misiones llevándose a sí mismos hasta el límite. Nos ayudan a ver cómo seguir adelante y recuperar el control de nuestras vidas. Gracias a sus historias y valores positivos, las películas navideñas ayudan a los espectadores a liberar distintas hormonas, como la oxitocina (la hormona del amor) y la serotonina (la hormona de la felicidad). Cuando digo que las películas navideñas son un remedio contra la ansiedad, ¡lo digo en serio! Además, el final del año suele traer el invierno y temperaturas gélidas. Las películas navideñas irradian calidez y nos levantan el ánimo. Aportan luz a los días oscuros con el centelleo de las luces navideñas. Vale, quizá no si pasas las fiestas bajo las palmeras, ¡pero ya me entiendes!
Como me encanta este género, ¡no puedo terminar este artículo sin compartir algunos de mis favoritos!
Llámame Claus
Lucy es productora de un canal de compras en casa, y contrata al auténtico Papá Noel para el trabajo. Papá Noel tiene que encontrar a su sustituto como verdadero Santa Claus en cuatro semanas, y Lucy es, sin saberlo, la única candidata que queda. Ésta es probablemente mi película navideña favorita, una que intento ver todos los años. Me encanta el ambiente, los chistes y, sobre todo, Whoopi Goldberg.
El Expreso Polar
Un niño se embarca en una aventura mágica hacia el Polo Norte en el Expreso Polar, descubriendo la amistad, la valentía y el espíritu navideño. El Expreso Polar es un imprescindible de la temporada y un poco diferente de otros telefilmes navideños. Es preciosa, tanto por la animación como por los mensajes que transmite.
Papá Noel 1 y 2
Mary Class es una ejecutiva de gran éxito que resulta ser la hija de Papá Noel. Pero cuando su padre cae enfermo, Mary regresa al Polo Norte y a la vida que dejó atrás para sustituir a su padre y poner en práctica sus innovadoras ideas para dirigir la Navidad. ¡Otro clásico para mí! Te dejaré ver el trailer de la segunda película (no encontré trailer de la primera, ¡ups!) para que te hagas una idea.
Para terminar
Creo que puedes ver lo importantes que son para mí las películas navideñas. Más allá del argumento, son una base sólida, un recordatorio de la Navidad y de todo lo que la rodea. No me refiero a los regalos de Navidad, sino al compartir, la alegría y las luces que, espero, te acompañen durante las últimas semanas del año.
Greetings, dear readers! I'm Isabella, a writer hailing from the charming city of Baltimore. Born on a warm summer's day in 1974, under the nurturing sign of Cancer, I've journeyed through life with a pen in one hand and a heart full of stories. As a proud mother of two brilliant lights, my daughter and son, I weave tales not just from imagination, but from the lived experiences that decorate our daily existence. My writing, a reflection of my soul, aims to simplify the complex and enlighten the curious. Join me as we explore the beauty of words and the power they hold to connect, heal, and reveal the world in new ways.