22 diciembre 2024
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El uso mágico de los aceites

El uso mágico de los aceites

Cada energía celeste está asociada a colores, plantas, inciensos, sonidos, símbolos, planetas, deidades y números.
Estos tonos vibratorios no son meramente «agradables» a la fuerza arquetípica que se invoca, sino que son en realidad manifestaciones o expresiones de ella.
Las esencias o frecuencias primarias trascienden nuestra capacidad humana de comprensión.

Estas fuerzas primordiales son demasiado trascendentes para que podamos resumirlas o experimentarlas directamente, pero podemos acercarnos a ellas hasta cierto punto a través de su manifestación en la forma.
Los colores, los sonidos, los olores, los símbolos, los números, los planetas y las figuras mitológicas manifiestan estas esencias y proporcionan un vehículo a través del cual podemos encontrarnos con las fuerzas primordiales.
fuerza.

Rituales antiguos

Los aceites aromáticos son una de esas puertas a través de las cuales podemos entrar en contacto psíquico con las fuerzas espirituales.
Mediante este estímulo, podemos fundirnos con lo que nunca podríamos contemplar y experimentar lo que nunca podríamos articular.
El sentido del olfato es una de las facultades más antiguas del cerebro.
Nos dejamos llevar por la nariz mucho más de lo que creemos, pues los olores afectan a nuestro juicio, a nuestras conclusiones e incluso a nuestra elección de amigos y compañeros.
Por eso, el incienso y los aceites forman parte de casi cualquier ritual, porque el olor es una forma muy profunda de secuestrar tu sistema nervioso e inducir estados alterados de conciencia.
El olor del incienso, la mirra o incluso del simple fuego comunica instantáneamente a una parte primordial y profundamente poderosa de la mente que sus poderes son necesarios en el trabajo especial y profundo que estamos realizando.

La visión de tu pasado

Puede que hayas notado el poder de este antiguo rincón de la mente cuando te encuentras con el olor de algo de tu pasado lejano.
Mientras que la visión de la casa de tu infancia puede tirarte de la fibra sensible, el olor del vecindario o de los árboles de aquel ecosistema, o el perfume de tu abuela tiene un efecto mucho más visceral sobre tus emociones, transportándote de algún modo a aquella época, o inundando ese tiempo en este momento en un maremoto que te baña.

Esta intensa relación entre el olor y las emociones es muy útil en los rituales mágicos, cuando deseamos evocar una determinada cualidad vibratoria.
Cuando fumigamos o administramos un determinado aceite, nos vinculamos con una potencia espiritual que puede realizar un trabajo en nuestro nombre.
Vinculada a través del sentido del olfato, esta potencia espiritual se vierte en el alma y realiza su trabajo divino.
Los aceites cuidadosamente elegidos pueden avivar, despertar, curar o nutrir algunas o todas las capas del campo energético humano, de modo que la totalidad del aura se armonice con la intención mágica o curativa.

Aromaterapia alquímica

La práctica de la aromaterapia mágica o alquímica no es un sistema de herboristería que se limita a tratar síntomas físicos, sino que es un enfoque integral que trabaja con los elementos físicos, energéticos y espirituales del individuo, así como con los elementos físicos, energéticos y espirituales de la planta.
De este modo, no sólo apoyamos la curación de nuestros cuerpos, sino también la evolución de nuestras Almas.

No sólo de la Madre Tierra

Los aceites proceden de las plantas, pero los poderes que portan operan más allá de las hojas o raíces materiales.
Estas fuerzas operan en el Gran Cosmos y, de hecho, dentro del cuerpo humano, y es debido a esta resonancia simpática por lo que nuestros órganos y campos energéticos pueden ser influidos por los aceites.
Cada planta tiene correspondencias con elementos particulares y con determinados planetas (¿te has dado cuenta de la similitud de las palabras planta y planeta?).
Podemos averiguar estas relaciones estudiando los atributos físicos, la calidad energética, la función evolutiva y las propiedades espirituales de los aceites y de las plantas de las que proceden.
Para determinar el planeta o elemento regente de una planta, podríamos preguntarnos: ¿qué ha ofrecido esta planta a la humanidad y cuál ha sido el impacto en el colectivo de su uso medicinal, culinario o recreativo?

La influencia adecuada

Para deducir qué aceite sería más beneficioso, ya sea para utilizarlo en una ceremonia o para un reequilibrio energético, tenemos que estudiar la arquitectura energética de la situación en cuestión.
Podemos preguntarnos: ¿cuál es la energía planetaria más requerida en este caso?
¿Cuál es la energía elemental que caracteriza a este órgano físico o dolencia?
¿Cuáles son las cualidades energéticas o planetarias que más influyen en esta persona o situación?
De cualquier síntoma físico o afección negativa, podemos discernir un desequilibrio psicológico o emocional.
Todo síntoma, tanto si aparece en el cuerpo como en los asuntos externos de la vida, es un mensaje del alma, una manifestación de una realidad energética.

Diferentes aceites para diferentes síntomas

Una vez que hemos averiguado cuál es el problema de fondo, podemos determinar qué influencia celestial o cualidad vibratoria repondría lo que está en déficit o contrarrestaría lo que está en exceso.
Utilizando un sistema de correspondencias, podemos determinar qué aceite es el proveedor de dicha influencia.
Si, por ejemplo, has estado sufriendo inflamación articular o intestinal junto con glándulas suprarrenales debilitadas, al reflexionar puedes darte cuenta de que estos problemas empezaron durante un periodo de tiempo en el que estabas crónicamente enfadado, irritable e intimidabas a todos los que te rodeaban.
Todos estos son patrones asociados con el planeta Marte, que se asocia con el calor, el fuego, la fuerza de voluntad, la autoridad personal y la asertividad y el color rojo.
Marte suele estar implicado, por tanto, cuando experimentamos inflamación, cualquier tipo de trastorno sanguíneo, ira, baja energía, problemas de poder/control y problemas relacionados con la fuerza y la voluntad (incluida la falta de fuerza y voluntad).
Tras discernir que te encuentras en un estado de desarmonía con esta fuerza celeste, puedes introducir aceites de Marte en un intento de alcanzar un mayor estado de armonía con su influencia.
Entre estas plantas se encuentran la ortiga, la pimienta negra, el garrote del diablo y la pimienta de cayena.
Uno de los efectos de trabajar con aceites portadores del poder de Marte será el alivio de los síntomas físicos y emocionales; sin embargo, en un nivel más profundo, trabajar con este aceite te ayudará a aprender a entrar en equilibrio con la influencia marciana en general, lo que significa que integrarás o desarrollarás un aspecto del Alma que ha sido pasado por alto, poco nutrido, reprimido o negado.
Recuerda: estas fuerzas no son sólo fuerzas cósmicas activas «ahí fuera» en el Universo; estas fuerzas son también aspectos de ti, en el gran vórtice del ser que es tu mundo interior.
Utiliza los aceites para transformar esta fuerza celeste interior en una influencia positiva y no negativa.