4 noviembre 2024
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El impacto psíquico del distanciamiento social

El impacto psíquico del distanciamiento social

La energía psíquica forma parte de nuestra vida cotidiana.
Emitimos nuestro propio campo psíquico y chocamos e interactuamos con los campos psíquicos de los demás.
Ganamos y perdemos energía en nuestras interacciones, dependiendo de la naturaleza de nuestro campo psíquico y de los campos de las personas que nos rodean.

En nuestro mundo moderno y densamente poblado, la interacción constante es, o era, normal.
La llegada del COVID19 y su agresiva propagación por todo el mundo cambiaron drásticamente las normas sociales.
Es probable que el cambio persista y que algunos cambios lleguen a ser permanentes.
Este artículo examinará el impacto psíquico del distanciamiento social como un cambio en la energía psíquica de los individuos, las comunidades y el planeta.

El campo psíquico personal (tu aura)

Todos emitimos energía psíquica y algunos practicantes pueden ver el campo de energía que nos rodea y se refieren a él como nuestra aura.
Las auras tienen distintos colores para coincidir con las distintas energías que recorren nuestro cuerpo.
Nuestro campo aural es a la vez consistente y flexible.
Si no tienes talento para ver tu campo aural, existe una fotografía especial que puede captar el campo psíquico que emites.
Si te haces una fotografía del aura con regularidad, digamos una vez al año, probablemente notarás un color constante de un año a otro, así como variaciones que pueden reflejar cambios o presiones en tu campo del aura en el momento de la fotografía.
Mi compañera se hizo una fotografía anual y sus colores eran uniformemente azules, entonces se quedó embarazada.
Su campo aúrico cambió drásticamente durante el embarazo, y de nuevo, y de forma permanente, tras el nacimiento de nuestra hija.
Este ejemplo es fundamental para pensar en la interacción social y la energía psíquica.
Mi pareja tenía un ser psíquico emergente en su interior, que compartía el campo psíquico.
Cuando nació nuestra hija, los campos se diferenciaron y nuestra familia compartió tres campos psíquicos.
La llegada de nuestra hija cambió la dinámica psíquica entre mi pareja y yo.

Interacciones del Campo Psíquico (Socialización)

Los campos psíquicos familiares se encuentran entre los más poderosos; la interacción romántica suele ser igual de intensa, pero de un modo claramente distinto.
Además de la energía psíquica que se entremezcla con la familia y los compañeros sentimentales, nos encontramos con energía de distintos grados de intensidad simplemente al realizar nuestras actividades cotidianas.
Si observamos los patrones energéticos de nuestra vida, podemos darnos cuenta de que preferimos comprar en determinadas tiendas o pasear por ciertos parques porque nos gusta la energía psíquica de la gente de esos lugares.
Lo contrario también es cierto.
Algunas interacciones y lugares nos provocan angustia y malestar psíquicos.
Esta angustia psíquica nos perjudica cuando no podemos evitar a las personas y lugares perturbadores por un motivo u otro, como un familiar o un trabajo que no puedes dejar fácilmente.
Lo más duro de todo es una interrupción brusca de nuestra rutina, aunque experimentemos dificultades psíquicas de forma rutinaria.
En general, los humanos preferimos la coherencia psíquica a casi cualquier otra forma de experiencia psíquica.

Distanciamiento social

El nuevo cambio social en la forma de interactuar con otras personas ha sido un cambio repentino y chocante, que nos ha obligado a ajustar nuestros patrones psíquicos y a sentir profundos cambios en nuestros campos aurales individuales.
Tanto si podemos distanciarnos socialmente con facilidad como si no, en la práctica, somos muy conscientes de la necesidad de distanciarnos socialmente, lo que repercute fuertemente en nuestro campo psíquico.
De hecho, el distanciamiento social nos está haciendo conscientes de la proximidad social y de lo que ello significa en cada una de nuestras vidas.
El ADN psíquico personal y global está siendo reescrito por la pandemia y nuestros esfuerzos por atravesarla con las elecciones que hacemos individualmente y las decisiones del liderazgo gubernamental.
Un cambio tan amplio de nuestro movimiento físico y de nuestros patrones cotidianos es profundamente difícil para nuestros campos psíquicos, que dependen en gran medida de la coherencia y la previsibilidad.
Cuanto mayor sea el distanciamiento social y la imprevisibilidad de la propagación del virus, más tendrán que trabajar nuestros campos psíquicos para mantener la integridad.

Afrontar el distanciamiento social

Somos sociales por diseño, para cumplir un contrato espiritual de aprendizaje de la interacción con todas las demás personas que habitan el planeta con nosotros.
Ahora somos conscientes del «otro» de una forma tan aguda que la proximidad y lo que significa es ahora un problema para todos.
Habrá una nueva normalidad, pero nosotros, en conjunto, todavía estamos en la fase de transición de la norma de 2019 a las nuevas normas de 2021.
Este año es el puente inestable y tembloroso entre ambos.
Para mantener intactos nuestros campos psíquicos y sabiendo que gran parte de la integridad de nuestros campos psíquicos depende de la interacción social, es importante disponer de nuevas estrategias sociales para acortar distancias de formas alternativas.
La tecnología ofrece muchas herramientas para la interacción social que pueden utilizarse con frecuencia.
Alguna forma de videochat, así como la probada y verdadera llamada telefónica, utilizadas con regularidad, pueden ayudar a mitigar la tensión del distanciamiento social físico.
Enviar mensajes de texto y correos electrónicos con regularidad también ayuda.
Reunirse con otras personas bajo las directrices del distanciamiento social, por extraño que pueda parecer ahora, sentarse a cierta distancia, con una máscara facial o cubriéndose la cara, es otra forma importante de mantener nuestra energía psíquica conectada con las personas importantes de nuestra vida.
Una adaptación que podemos esperar es un esfuerzo por extender nuestros campos psíquicos a una distancia mayor para establecer el contacto psíquico que necesitamos y deseamos.

Una nueva normalidad

Mientras las sociedades se esfuerzan por crear y ajustar políticas para vivir en un nuevo orden mundial moldeado por el virus, cada uno de nosotros, como individuos, tendrá que decidir cuál será la nueva normalidad en su vida personal, basándose en las elecciones que podamos hacer y en las restricciones a las que nos enfrentemos viviendo en una parte concreta del mundo bajo un liderazgo determinado.
Reconociendo que tenemos un campo psíquico y que es importante, incluso vital, que nuestra energía psíquica se nutra de nuestras interacciones con los demás, debemos trabajar duro para adaptarnos.
«La necesidad es la madre de la invención».
Se pueden inventar, y se inventarán, soluciones para este cambio drástico en nuestro comportamiento cotidiano.
La mayor parte de la vida humana está construida.
Muchas de las cosas que consideramos fundamentales, como un apretón de manos, no son más que construcciones que, con el tiempo, se normalizaron.
El distanciamiento social pondrá de manifiesto muchas de nuestras normas, para que podamos juzgarlas y determinar qué podemos conservar, qué debe desaparecer y qué nuevas soluciones serán necesarias.