Solsticio de verano, reencarnación y la carta del Sol

Entramos en el signo zodiacal de Cáncer el Cangrejo el martes 21 de junio, día del solsticio de verano, el día más largo del año en el hemisferio norte y el más corto en el hemisferio sur. La palabra «sol -sticio» viene del latín «solstitium» y significa «el sol se detiene». El mes de junio tiene mucho que ver con el calendario.
Tenemos El inicio meteorológico del verano (1 de junio) El inicio astronómico del verano, el solsticio (20, 21 ó 22 de junio) El Día de San Juan (24 de junio).

Verano Meteorológico o Astronómico: ¿Qué significa?

El calendario meteorológico es una invención más reciente basada en las temperaturas estacionales, que separa el año en cuatro grupos de tres meses, basándose en la observación de que el verano es la época más cálida del año y el invierno la más fría, con estaciones de transición entre medias.
Estas estaciones tienen siempre una duración de 90 a 92 días y empiezan siempre el primer día del mes, excepto en los años bisiestos.
Esta definición facilita el cálculo de las estadísticas estacionales a efectos de previsión meteorológica. El calendario astronómico es antiguo, se basa en miles de años de observaciones de fenómenos naturales utilizados para establecer y marcar el tiempo.
Este calendario sigue la rotación de la Tierra alrededor del Sol, definiendo las cuatro estaciones mediante dos solsticios y dos equinoccios.
La inclinación de la Tierra y la alineación del sol sobre el ecuador determinan estos acontecimientos, de modo que los dos solsticios marcan los momentos en que el sol pasa sobre el ecuador, el 21 de junio y alrededor del 22 de diciembre, y los dos equinoccios son alrededor del 21 de marzo y el 22 de septiembre.
En el solsticio de verano, el Hemisferio Norte recibe la luz solar en el ángulo más directo del año, con el Polo Norte inclinado hacia el Sol al máximo (unos 23,5 grados), lo que da lugar al periodo más largo de horas de luz solar.
En el Hemisferio Sur, ocurre lo contrario y el Sol está en su punto más bajo en el cielo.
El momento astronómico es variable, dependiendo de cuándo alcance el Sol su punto más septentrional desde el ecuador celeste, y esta fecha varía entre el 20, 21 y 22 de junio. El Solsticio de Verano, 24 de junio, es una antigua fiesta agrícola. Marca el punto medio de la temporada de cultivo, a medio camino entre la siembra y la cosecha.
Tradicionalmente se conoce como uno de los cuatro «cuartos de día» en algunas culturas.
La gente lo celebraba festejando, bailando, cantando y encendiendo hogueras para dar paso a los calurosos días de verano que se avecinaban.

Cada solsticio de verano en el Reino Unido, hasta 10.000 personas llegan a Stonehenge para un festival de solsticio de verano de estilo pagano en las costas británicas, con druidas.
El acontecimiento principal es el amanecer, cuando los primeros rayos del alba golpean la gigantesca Piedra de Heel e iluminan el centro del círculo de piedras.

El Tarot y la carta del Sol

La carta del Sol es la carta del verano por excelencia en la baraja del Tarot; la número 19 de los Arcanos Mayores.
Esta carta positiva significa todo tipo de buenas noticias, empezando por el tiempo soleado en sentido literal, y los viajes al extranjero, normalmente a un país cálido.
Es nuestro mejor momento bajo el sol.
Es el estado de la infancia.
Es la buena salud o la recuperación de la enfermedad.
La carta del Sol es vitalidad, igual que el sol es la vida misma.
Por tanto, la carta del Sol puede predecir una nueva vida, un nacimiento.
Cuando la carta del Sol está invertida, es como el sol poniente.
Puede significar los recuerdos de la infancia, la nostalgia, un bello y agridulce crepúsculo.
Puede significar tristeza o retrasos, o recibir menos de lo que esperabas.
Cada carta tiene su lado negativo, como cada situación de la vida.
El fuego del sol también puede ser cruel, incluso salvaje cuando está «invertido». Podríamos tener sequía.
Podemos tener incendios forestales.
Y entonces necesitamos la noche fresca y oscura o rezamos para que llueva.

¿Reencarnación y la carta del Sol?

Como signo del punto más alto del Sol en los cielos visto desde la Tierra, la constelación de Cáncer el Cangrejo se consideraba la más cercana al punto más alto del cielo.
Los filósofos grecorromanos (los neoplatónicos) la llamaban «la Puerta de los Hombres». Las estrellas de Cáncer eran la puerta, el portal en los cielos a través del cual las almas descendían a la Tierra para nacer.
La constelación opuesta, Capricornio, marcaba el solsticio de invierno y era la «Puerta de los Dioses», por la que las almas de los difuntos volvían al cielo.
Pero, ¿descendían después de nuevo para renacer, en un ciclo de reencarnación?

Una historia real sobre el «Solsticio de Verano»

Me han preguntado si creo en la reencarnación.
No creo en ella.
No descreo de ella.
No lo sé.
Pero mucha gente sí cree en la reencarnación en todo el mundo.
Las religiones hindú y budista creen en la reencarnación, mientras que la Pascua es la gran celebración cristiana de la Resurrección, que significa la esperanza de la vida eterna del alma.
La naturaleza es cíclica.
Las estaciones transcurren en ciclos y la vida transcurre en ciclos.
Nuestras vidas sólo parecen lineales porque representan un trozo muy corto de una curva.
Quizá sea lógico y natural que algunos vean la vida humana también como cíclica, no sólo en términos de generaciones sucesivas, sino en términos de la persona individual, el espíritu o el alma como algo que se recicla continuamente.
Como escribió la famosa poetisa estadounidense Emily Dickenson, «la mente tiene muchos pasillos». Hace muchos años hice una lectura de Tarot a una señora que quería saber si su hermano estaba bien.
Me pareció una pregunta extraña.
Le pregunté: ¿qué quería que investigara que no pudiera preguntarle ella misma?
La señora contestó que su hermano estaba muerto y que se había suicidado.
No me dijo nada más, ni le pregunté por las circunstancias, pero, como era de esperar, sus preguntas iban acompañadas de una gran angustia:

-¿Dónde estaba su hermano?-¿Cómo estaba ahora?

No me hago publicidad como médium psíquica, en absoluto, pero en los últimos veinte años he realizado varias lecturas de cartas del Tarot centradas en preguntas de clientes sobre seres queridos fallecidos, y el Tarot me ha facilitado la tarea de ofrecer respuestas que sólo el cliente podía verificar.
Ahora, mirando al hermano de esta señora, saqué la carta del Sol, la carta del sol, la felicidad, la inocencia, la infancia y el nacimiento.
El Sol es la vida misma.
Si nuestro planeta estuviera más cerca del Sol, o más lejos, no habría vida en la Tierra.
¿Dónde estaba?
Es difícil describirlo.
Pero la aparición de esta carta en particular me sugirió que, dondequiera que estuviera su hermano, fuera lo que fuera, volvía a ser como un niño, a veces despierto, a veces dormido.
No recordaba su muerte, en absoluto, o lo que fuera que le llevó a ella.
Bendita sea su alma.
Volvía a ser un niño pequeño y de repente me asaltó una impresión vívida, una visión de un momento en que había sido feliz.
Le vi pataleando, chapoteando en un charco.
No estaba aburrido, sino felizmente preocupado.
Había olvidado cómo murió y lo que le había llevado a tal punto de desesperación e inutilidad.
Si su hermano tenía algún recuerdo o conciencia de haber sobrevivido a la muerte, si eso podía ser posible, entonces ésta era su vida después de la muerte, con todos los traumas olvidados.
O puede que se tratara simplemente de telepatía, y que estuviera captando los recuerdos que la señora tenía de su hermano.
Pero entonces, también impulsado por la carta del Sol, tuve la sensación y le dije a la señora que pronto recibiría noticias de un nuevo bebé en camino.
Probablemente se trataba de un nacimiento en el seno de la familia inmediata, y tanto si era niño como niña, el Tarot sugería la posibilidad, por extraña que fuera, de que fuera el alma de su hermano la que renaciera. Esto no podía saberse nunca.
Cada nacimiento es único.
Y si renacemos, no somos clones ni copias al carbón de la persona que éramos antes.
Tres semanas después recibí un correo electrónico de esta señora, feliz y emocionada, para decirme que su hermana acababa de enterarse de que esperaba un bebé.
Su hermana estaba embarazada de unas seis semanas.
¿No sería estupendo, bromeaba la señora, que esta vez fuera ella la tía de su hermano?
Esta historia puede explicarse fácilmente como una coincidencia.
Pero no deja de ser extraña.
No se puede probar ni refutar nada, pero el Tarot acertó de pleno al predecir la inminente noticia de un nuevo nacimiento.
Me gustaría pensar que la visión del Tarot ofreció a esta señora y a su familia algún tipo de consuelo, por peculiar que fuera, para una pena verdaderamente terrible, y ofrecer esperanza para la paz de su hermano.
Hay muchas historias documentadas de personas que afirman haber vivido otra vida antes de ésta; algunas son tan detalladas, que al menos ofrecen mucho que pensar.
«Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que sueña tu filosofía»-Hamlet, Shakespeare.
Historias aquí: https://en.wikipedia.org/wiki/Twenty_Cases_Suggestive_of_Reincarnation