Todos somos psíquicos, pero en distintos grados.
Incluso las habilidades psíquicas se enfrentan a limitaciones lógicas; algunas personas son simplemente más sensibles, sensibles de formas distintas y tienen más talento que otras.
Todo el mundo puede correr, pero algunas personas corren más rápido, durante más tiempo y con más gracia que otras.
Con entrenamiento puedes mejorar y maximizar las habilidades psíquicas que tienes, igual que mejoras tu velocidad, resistencia y gracia como corredor.
A veces, los dones psíquicos permanecen latentes hasta un momento desencadenante concreto, como una experiencia cercana a la muerte, o se desbloquean mediante esfuerzos concentrados de meditación y trabajo de atención plena.
También existe una amplia gama de talentos, desde la simple intuición hasta la canalización de otras entidades.
Esta sección del sitio web AskAstrology explora y explica distintas habilidades de lectura psíquica.
¿Qué es el viaje astral?
El viaje astral es posible después de haber conseguido la capacidad de proyección astral, que es una experiencia intencionada fuera del cuerpo mediante la cual te separas del cuerpo físico para moverte fuera de él y aumentar tu conciencia psíquica y espiritual.
Para lograr la proyección astral, reconoces que tienes un doble etérico que está anclado a tu ser físico.
Cuando te proyectas astralmente, desenganchas tu yo etérico de tu yo físico.
Una vez que te desvinculas y practicas el regreso a tu cuerpo suficientes veces como para salir y volver a tu cuerpo con seguridad y rapidez, puedes empezar a aventurarte a través de grandes distancias en esta realidad, así como adentrarte en otras dimensiones y reinos.
El viaje astral puede ser tanto a través del universo conocido como entre el reino físico y los reinos espirituales.
Esta habilidad psíquica no es fácil de conseguir ni de mantener.
Es muy raro que la gente «simplemente» se proyecte astralmente.
Pueden ser necesarios meses de esfuerzo repetido y meditativo para separar el yo etérico del yo físico.
Gran parte del trabajo psíquico comienza con la imaginación y llega con el esfuerzo y la práctica constantes.
Visita nuestra página sobre Proyección Astral para ver un ejemplo detallado del aprendizaje de esta habilidad psíquica.
Aprender a viajar en astral
El viaje astral es un proceso que debes explorar cuidadosamente.
Como todas las formas de comportamiento, psíquico o físico, existen prácticas recomendadas.
Tanto si viajas por este mundo física como psíquicamente, es importante tomar las precauciones adecuadas y seguir unas directrices útiles.
La principal preocupación, siempre, es asegurarte de que puedes volver a casa.
Una vez alcanzada la proyección astral, puedes decidir permanecer dentro de tu área local o incluso sólo cerca de tu cuerpo.
El acto de la proyección astral tiene numerosos beneficios sin necesidad de viajar lejos de tu cuerpo.
Pero si decides viajar astralmente, debes seguir una lógica que te haga ir y venir entre distancias cortas, hasta llegar a distancias más largas.
Cuando domines el viaje dentro de esta dimensión, podrás considerar la posibilidad de penetrar en otras dimensiones.
Una vez más, los primeros intentos deben hacerse con cautela y cuidado.
Cuando abras una puerta, asegúrate de cerrarla cuando vuelvas de tu visita.
También querrás «llevar el equipo adecuado» mental y espiritualmente hablando.
Las inoculaciones, el blindaje protector, etc., se aplican tanto en los viajes astrales como en los tridimensionales.
No vas al espacio exterior sin una nave y trajes espaciales, y no deberías ir al espacio interior sin el equipo espiritual adecuado.
Como cualquier habilidad psíquica, la práctica puede tener beneficios importantes y preocupaciones válidas (o trampas).
Uno de los beneficios del proceso es el acceso directo al conocimiento espiritual, las interacciones con seres espirituales y la conexión plena con tu yo etérico.
También es posible que descubras que puedes viajar por la línea de tus vidas pasadas.
Si puedes lograr un viaje astral básico, lo que significa simplemente salir de tu cuerpo y viajar por tu vecindario, comprenderás mejor las limitaciones del mundo físico.
El estado etérico es el lado del alma de nuestras interacciones tridimensionales.
El viaje astral te permitirá ver la ilimitación de la energía espiritual.
Hay una razón por la que se requiere un tremendo esfuerzo para proyectarse astralmente, que es necesario para el viaje astral.
Estás aquí para tener una experiencia encarnada e implicarte plenamente en ella.
No quieres desvincularte de tu yo físico durante demasiado tiempo; de lo contrario, puedes tener problemas para «volver a entrar» en la realidad aunque estés de nuevo en tu cuerpo.
Al igual que explorar un territorio desconocido, es una práctica segura y buena limitar el tiempo y la distancia de tu viaje, y desarrollar lentamente tu capacidad para permanecer fuera del cuerpo durante más tiempo y en distancias más largas.
Esta habilidad psíquica, una vez conseguida, alterará tu percepción de la realidad, lo cual, como tantos otros talentos, puede ser una experiencia positiva o negativa según cómo la utilices.
En las fases iniciales de la proyección astral, seguirás respondiendo a las limitaciones físicas.
Sentirás el yo astral como sientes el yo físico, pero estas sensaciones no son más que patrones de pensamiento que ahora pueden desafiarse con el yo astral.
El primer desafío que puedes intentar superar es la gravedad.
Una vez fuera de tu cuerpo, mira hacia el techo de la habitación y estira los brazos.
Mientras lo haces, piensa en elevarte para tocar el techo.
Ahora sólo tienes peso en tu mente, pero ya no físicamente.
Sentirás que tu mano «choca» o toca el techo; incluso podrás sentir la textura del techo.
Como ya se ha dicho, trabaja con cuidado y lentamente con la habilidad.
Muévete por los confines de tu habitación, ponte boca abajo.
Cuando domines el espacio que rodea tu cuerpo en reposo, acércate a una pared y empuja la mano a través de ella.
Relájate en la idea de que el yo etérico puede atravesar las moléculas de la pared.
Cuando te sientas cómodo con este esfuerzo, intenta empujar la cabeza a través de ella y mirar lo que hay al otro lado, otra habitación o el mundo exterior.
Y vuelve siempre a tu cuerpo después de cada nuevo esfuerzo, para que puedas regresar con sólo pensarlo.
A medida que acumules experiencia, podrás empezar a viajar distancias mayores y, finalmente, reconocer que esta dimensión o reino no es más que uno de tantos.
En tu forma etérica, puedes ir más allá de este mundo y adentrarte en otras dimensiones de pensamiento y experiencia, cosa que todos hacemos cuando soñamos.
Con el viaje astral puedes hacer esos viajes mucho más allá de los confines de este único planeta.
