22 diciembre 2024
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La oración como forma de concentrar la energía psíquica

La oración como forma de concentrar la energía psíquica

En momentos de calma o de crisis, la oración nos ayuda a concentrar nuestra energía psíquica. La oración es una petición solemne o expresión de agradecimiento a una deidad u otro objeto de culto (diccionario Google). Este artículo explora la oración como herramienta psíquica para la salud mental, emocional y espiritual.

Cómo rezar

Puesto que la oración es una petición solemne o una expresión de agradecimiento, debemos realizarla con una intención respetuosa y responsable. Aunque puedes rezar para que el mejor atleta de tu equipo triunfe sobre los atletas del otro equipo, la oración de la que quiero hablar implica el uso de energía psíquica concentrada para realizar una curación ritual para tu mente, cuerpo y espíritu.

Cuando estás preocupado, ansioso o deprimido, el impacto no sólo afecta a tu mente y a tu espíritu, sino también a tu cuerpo. La frustración, la preocupación, la ansiedad y la tristeza persistente producen sustancias químicas en el cuerpo humano que son diferentes de las sustancias químicas del amor, la felicidad, la alegría y la calma. Una vez que estas sustancias químicas negativas empiezan a producirse, pueden acumularse y acumularse fácilmente hasta que tu sistema físico se ve abrumado junto con tu sistema mental y espiritual.

Rezar es una forma de romper el bucle de retroalimentación del pensamiento negativo y mantener la energía positiva a lo largo de tu día y de tu vida, por eso el acto de rezar es mucho más que pensar la oración o decirla en voz alta. La forma en que preparas y pronuncias tu oración es tan importante como aquello por lo que rezas y sobre lo que rezas.

Buenas prácticas

Mi padre fue constructor de casas durante la mayor parte de su vida, y yo trabajé para él de adolescente y joven. Me transmitió el adagio «mide dos veces, corta una». Creía firmemente, en muchas cosas, que había una práctica óptima y una forma profesional de hacer el trabajo. También había una mala práctica y una forma chapucera de hacer el trabajo.

Una de las mejores prácticas para rezar consiste en entrar en un estado relajado de cuerpo y mente. Tu motivo para rezar puede ser la ansiedad, pero el acto de rezar te ayudará más si puedes hacerlo desde un lugar de calma en el momento de hacer la oración. Físicamente hablando, eso significa una respiración constante, ser consciente de la postura de tu cuerpo y, siempre que sea posible, un espacio sagrado en tu casa o fuera de ella.

Respiración

El poder de la respiración es tremendo. Cuando nos ponemos lo bastante ansiosos como para hiperventilar, nuestra respiración se descontrola. Para prepararte y pronunciar una oración, en silencio o en voz alta, debes ralentizar tu respiración haciendo inspiraciones controladas durante 30 segundos o un minuto. Una forma fácil de regular la respiración es inspirar contando hasta un número y soltar hasta ese mismo número. Si puedes respirar profundamente contando hasta tres o cuatro, y hacerlo durante el tiempo sugerido, comprobarás que tu concentración aumenta significativamente.

Posición del cuerpo

Arrodillarse o sentarse en posición de piernas cruzadas (la posición del Loto en yoga) son dos de las formas más habituales de poner el cuerpo en «modo oración». Colocar las manos juntas delante de ti también es una práctica habitual.

Mezquita

Fuente: Wikimedia

Padmasana - Clase de Yoga

Fuente: Wikimedia

Theophile Lybaert - Viejo Flandes

Fuente: Wikimedia

Siempre que puedo, prefiero ponerme al aire libre y mirar hacia el Sol, levantando la cara hacia el Sol y girando las palmas de las manos hacia fuera. También es una práctica habitual cerrar los ojos durante la oración, pero no necesaria.

Enmarcar tu oración en palabras

Las oraciones pueden ser específicas o generales. Una oración general es la que utilizas cuando no tienes un tema específico que tratar. Es una buena práctica tener una oración de «agradecimiento» y otra de «guíame» que pongas en el universo con regularidad. Al igual que tu cuerpo necesita ejercicio regular, tu espíritu se beneficia de la oración regular.

Las oraciones específicas se dirigen a situaciones concretas de nuestra vida cuando esas situaciones nos tensan. Y aunque recemos por un determinado resultado, es importante recordar que el resultado, sea cual sea, no es más que una pieza de un rompecabezas mayor de las lecciones espirituales que hay detrás y en torno a la situación. Puedes rezar pidiendo dinero si te preocupan las facturas o puedes rezar pidiendo sabiduría para resolver tus problemas de dinero. La segunda oración te ofrecerá más porque aborda tu preocupación inmediata y tus preocupaciones futuras.

La Mejor Práctica es Tener una Práctica Ritual

Independientemente de cómo elijas «sostener tu cuerpo» para tu oración -de rodillas, sentado o de pie- y de cómo redactes la oración, es esencial que sigas un patrón ritual porque el acto ritual es clave para concentrar la energía de la oración. La energía de la oración es integral, lo que significa que la envías al mundo y la utilizas para anclarte en esta realidad.

La sencillez o la complejidad en tu ritual de oración es una cuestión de elección, pero tener el patrón ritual es necesario si quieres obtener los mejores beneficios internos y externos. Un régimen de oración saludable puede alejar la energía negativa de tu vida y mantener la energía positiva.

Rezar a …

Hay muchas deidades y espíritus a los que rezar. Puede que ya hayas encontrado o te hayan guiado hacia una o muchas diferentes, dependiendo de tu educación, circunstancias vitales y elecciones personales. Dirigirse correctamente a determinadas deidades es otra forma ritual de concentrar la energía de la oración, de modo que puedas recibir la energía que necesitas de la oración y dar la energía que deseas para salir a la vida.

La oración es y debe ser un acto sagrado con propósito, realizado con reverencia y disciplina. Cuanto más seriamente abordes el proceso de la oración, independientemente de cómo lo construyas o te lo hayan enseñado, mayores serán sus beneficios. El poder curativo y calmante de la oración puede ser realmente asombroso si aceptas el trabajo necesario para aprovechar al máximo esta antigua herramienta espiritual.