Astrología familiar 101: Ser padres con la Astrología – Parte 5

La astrología familiar es una de las prácticas más útiles de la astrología; puede ayudar realmente a navegar por las relaciones entre padres e hijos, entre padres, entre hermanos y por las dinámicas familiares más amplias (abuelos, tíos, sobrinos y sobrinas).
Los artículos de esta serie, Astrología familiar, explorarán diversos temas cada mes para ayudar a comprender la astrología familiar y cómo puede ayudarte con tu familia.

Este artículo es una continuación del artículo anterior.  Si es la primera vez que te acercas a este tema con este artículo, te resultará útil volver atrás y leer los artículos anteriores.  Escribiré bajo el supuesto de que has leído los artículos anteriores.  *Una nota rápida, el artículo anterior mencionaba mirar de Venus a Venus, ese artículo se escribirá después de éste.  En cambio, este artículo se centra en los Ascendentes.

• Astrología familiar 101 – Parte 1
• Astrología familiar 101 – Parte 2
• Astrología familiar 101 – Parte 3
• Astrología familiar 101 – Parte 4

Conocer las Cartas del Hijo y del Padre – Los Ascendentes

Este artículo profundizará en las cartas padre/hijo presentadas en los artículos anteriores y que se muestran a continuación.
Ahora veremos cómo es más probable que interactúen las energías del Ascendente (AS) de las dos cartas, y qué tendrán que hacer el padre y el hijo para que la interacción sea satisfactoria y positiva.

Influencia de los padres sobre el niño

El círculo interior es la carta del niño y el círculo exterior es la carta de los padres.  La carta del padre se «aplica» a la del hijo de determinadas maneras.  En el caso de este ejemplo, el padre tiene un Ascendente Sagitario, representado por las letras AS en el^9º segmento de la tarta (o Casa) de la carta del hijo.  En particular, el niño tiene dos puntos en esta casa, Ceres (lo que necesitamos para alimentarnos) y Júpiter (lo que necesitamos para expandir y desarrollar nuestras creencias).
El niño tiene un Ascendente Aries (el ángulo del Ascendente marca el signo de la Casa¹ de la Identidad, siempre).
Ambos individuos tienen ascendentes de fuego, lo que significa que, posteriormente, todas las energías de sus casas son del mismo elemento(^{la 2ª} Casa es de tierra, ^{la 3ª} de aire, etc.).  El Ascendente marca la forma en que una persona se presenta y es percibida en el mundo.  El individuo con Ascendente en Sagitario desarrolla su identidad explorando el mundo; un título para este Ascendente es «Misionero».  El individuo de Ascendente Aries adquiere identidad a través del egoísmo, anteponiéndose a sí mismo y aprendiendo lo que sucede a través de las consecuencias naturales.
Un título para este Ascendente es el de «Inconformista».
Estos Ascendentes trinan por signo, pero no por grado, ya que están fuera del rango para que el orbe de influencia sea perceptible.
Aun así, ambos buscarán aprender sobre sí mismos a través de la energía «ardiente» y de la «acción».   Ninguno de los dos tendrá mucho miedo de probar cosas nuevas y, sin duda, ambos estarán dispuestos a vivir aventuras.
Se trata de una combinación padre/hijo que podría disfrutar fácilmente viajando juntos, practicando un deporte juntos o jugando activamente juntos.

Criar al niño

El progenitor dirige la dinámica progenitor/hijo; el progenitor es el responsable de dirigir y procesar la energía de la carta del niño, especialmente en las primeras etapas del desarrollo del niño, pero también hasta que el niño desarrolle una verdadera autosuficiencia (es decir, se convierta en un adulto de forma completa, es decir, en un miembro productivo de la sociedad).  Por lo tanto, el niño tendrá que aprender a desarrollar una identidad sana a partir de la orientación del progenitor.
En el caso muy concreto de estas dos cartas, el Ascendente del padre funciona como modelo de autoridad incluso más de lo normal, ya que reside en la Casa⁹ de Maestría del niño.  Además, Júpiter del niño es el dispositor final de la carta, lo que significa que está en su propio signo de regencia, e incluso en su domicilio natural.  Tener un progenitor que aprende sobre la identidad a través del comportamiento sagitariano puede ser una verdadera ventaja si el progenitor ha podido desarrollar plenamente su espíritu aventurero.
Este niño también se sentirá nutrido (Ceres) cuando pueda desarrollar una filosofía y una comprensión sólidas del mundo, al tiempo que se le anima a encontrar su propio sentido de la maestría (Casa^IX ).
A una edad temprana, haría mucho bien al niño que los padres le dieran acceso a tantas experiencias diferentes como fuera posible; y una vez que una «se le pegue», profundizar en ella todo lo posible, desarrollando en el niño conocimientos/habilidades profesionales o de experto.

Influencia del recién nacido en los padres

Ahora, veamos el reverso de las dos cartas; y consideremos la influencia de la carta del hijo en la carta del padre.  Resulta que el Ascendente del hijo influye en la Casa ⁵ de la Creatividad del padre y también se aplica a la Casa que contiene a Júpiter.
Esta duplicidad (el Ascendente del padre en el mismo signo que Júpiter del hijo y el Ascendente del hijo en el mismo signo que Júpiter del padre) es significativa porque ambos se expandirán mutuamente; y al expandirse, ambos ayudarán a que crezca la identidad del otro.
Esta relación padre-hijo es muy kármica en esta vida.
Profundizar cada vez más en la carta muestra poderosas conexiones energéticas que harán que esta relación sea muy intensa. Si observamos el esquema más amplio de ambos gráficos en relación con el otro, podemos ver numerosos puntos que se alinean directamente, basta con buscar puntos que se «alineen».  Desde un punto de vista energético, estas alineaciones crean una energía «vinculante» que une al padre y al hijo, energéticamente hablando.
Es importante recordar que no hay que caer en la tentación de pensar que una unión fuerte es «buena por naturaleza».   Dependiendo de cómo las almas decidan utilizar las cartas que seleccionaron, esta energía vinculante puede expresarse como «parece que nunca puedo escapar de esta persona» y realmente no me gusta quién es, o «simplemente estamos genial juntos».  En el próximo artículo, examinaremos la relación padre/hijo Venus-Venus y veremos cómo es probable que se comuniquen entre sí.