Astrología familiar 101: Ser padres con la Astrología – Parte 2

La astrología familiar es una de las prácticas más útiles de la astrología; puede ayudar realmente a navegar por las relaciones entre padres e hijos, entre padres, entre hermanos y por las dinámicas familiares más amplias (abuelos, tíos, sobrinos y sobrinas).
Los artículos de esta serie, Astrología familiar, explorarán diversos temas cada mes para ayudar a comprender la astrología familiar y cómo puede ayudarte con tu familia.

Una filosofía moderna de la astrología

Este artículo es una continuación del anterior.  Si es la primera vez que te acercas a este tema con este artículo, te resultará útil volver atrás y leer el artículo anterior.
Escribiré bajo el supuesto de que has leído el artículo anterior.
Una idea muy importante que hay que comprender sobre la astrología es que tiene que ver con la energía y con cómo se expresa esa energía.   Si echas un vistazo a textos sobre astrología de épocas anteriores, sobre todo anteriores a los años 90, encontrarás a menudo afirmaciones deterministas como «con Venus en Aries, estás destinado a estar solo» o «una persona con Saturno en Capricornio es genial en los negocios».
A menudo, cuanto más retrocedes históricamente, más extravagante o específica puede ser la afirmación, al tiempo que, para ese periodo de tiempo, también es perfectamente normal.
La astrología actual y, esperemos, la futura, cuando funciona de la mejor manera posible, trata más sobre la naturaleza de la energía, y luego se aplica mediante una observación cuidadosa sobre cómo se manifiesta a través del individuo con esa energía en la carta.   Así pues, Venus en Aries, en general, expresa el deseo de relacionarse de forma independiente, respetando y buscando ser respetado como individuo.  Esa persona puede disfrutar de una relación monógama de por vida, ser poliamorosa o ermitaña; ésas serán las elecciones del viaje individual, no una determinación del punto de la carta.  Lo que también es la naturaleza de esta energía, en cualquier relación, es una disposición más dispuesta a pasar página de algo que no funciona, que no sería no con la energía de Venus en Tauro (u otro signo de tierra), que es más resistente al cambio.
Me tomo mi tiempo para escribir estas reflexiones porque la astrología es poderosamente perspicaz, pero no un atajo para simplificar a las personas ni una herramienta para excusar o justificar el mal comportamiento.
«Soy gilipollas porque tengo Venus en Aries», que tiene el subtexto de «no tengo que esforzarme por ser amable porque mi astrología dice que estoy hecho así, ¡así que puedo ser gilipollas impunemente!».   Venus en Aries es una expresión de energía, que se expresa de una determinada manera predecible que TÚ ELIGES abrazar, rechazar, amplificar o reprimir y que luego MANIFIESTAS a través de tus elecciones.  Esas elecciones pueden ser sanas o malsanas, pero son tu responsabilidad.

Conocer las Cartas del Niño y del Padre – Sol a Sol

Este artículo profundizará en las cartas padre/hijo presentadas en el último artículo y que se muestran a continuación.
Empezaremos por cómo es más probable que interactúen las energías del Sol (Camino de la Vida) de las dos cartas y qué tendrá que hacer cada persona para que la interacción sea fructífera y positiva.

Influencia de los padres sobre el niño

El círculo interior es la carta del niño y el círculo exterior es la carta de los padres.
La carta del padre se «aplica» a la del hijo de determinadas maneras.
En el caso de este ejemplo, el padre tiene un Sol de Virgo, representado por el círculo rojo redondo con el punto en el centro, que es el^6º segmento de la tarta (o Casa) de la carta del hijo.
Cabe destacar que el hijo no tiene ningún punto en este segmento de la carta, por lo que la influencia potencial del padre es bastante fuerte.  El Sol del niño está en Aries y en la Casa¹ de la carta.
Hay bastante información que procesar con sólo estos dos puntos y sus ubicaciones relativas.
Una persona con un Sol de Virgo (el padre) y una persona con un Sol de Aries (el niño) tienen firmas energéticas fundamentalmente diferentes que son, por la naturaleza de la energía, «incongruentes».
En el núcleo de Aries está el cuidado de uno mismo, mientras que en el núcleo de Virgo está el servicio a los demás.
Por diseño, este niño eligió, espiritualmente hablando, un Camino Vital (el Sol) centrado en el desarrollo del yo, mientras que el padre eligió un Camino Vital de servicio a los demás.
Estas energías pueden luchar fuertemente o pueden disfrutar de una vida de aprendizaje mutuo, ¡lo que dependerá de las elecciones del progenitor y del hijo!

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Estas energías no fluyen de forma natural, por lo que hará falta trabajo por parte de ambos participantes para desarrollar los aspectos más positivos de esta relación.  Si bien es cierto que los puntos de los signos y las casas no son deterministas, también lo es que ciertas energías trabajan juntas con más facilidad que otras, lo cual sigue sin ser un signo de «bondad» o de «resultados positivos garantizados».
En muchos casos, trabajar duro nos fortalece y demasiada facilidad puede volvernos perezosos, tenemos que actuar CONSCIENTEMENTE para obtener los mejores resultados de nuestra propia astrología y de nuestra astrología con otra persona, ¡especialmente con los miembros de la familia! Y aquí está el punto más significativo de la dinámica padre/hijo; el padre es el responsable de dirigir y procesar la energía, especialmente en las etapas más tempranas del desarrollo del niño, pero también hasta que el niño desarrolle una verdadera autosuficiencia (es decir, hasta que se convierta en un adulto de forma completa, es decir, en un miembro productivo de la sociedad).  Por lo tanto, es probable que el niño exprese la energía del Sol de Aries inconscientemente de un modo que realmente «inquiete» a la energía del Sol del progenitor.
El progenitor puede ver el Sol de Aries del hijo como un problema o como una oportunidad; esperemos que como una oportunidad.
De lo contrario, la relación entre el padre y el hijo se enfrentará a una tensión potencialmente importante.
De ahí que el verdadero valor de ver la relación astrológica del progenitor y el hijo sea comprender cómo interactuarán probablemente estas energías y qué elecciones pueden hacerse para que la interacción sea positiva.

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En el caso muy concreto de estas dos cartas, el Sol del progenitor «brilla» en la zona de la carta del hijo que tiene que ver con el servicio a los demás (Casa⁶ ) y este progenitor tendrá mucho que enseñar a este hijo.
Y como el niño no tiene ningún punto de energía aquí, puede estar «abierto» a esta energía y aprender mucho del modo en que el progenitor decida enseñar (conscientemente) o demostrar (incluso mediante acciones inconscientes) el servicio a los demás.

Influencia del recién nacido en los padres

Ahora veamos el reverso de las dos cartas y consideremos la influencia de la carta del hijo en la carta del padre.
El Sol del niño «brilla» en la Casa⁵ de la Creatividad del padre.
Pero aún más importante es el Sol del niño encima del Nodo Norte del padre (el punto en forma de herradura directamente alineado con el Sol del niño).
Este niño está aquí para enseñar al padre a ser más Aries, a divertirse y a jugar (Casa⁵ ).
El Sol del padre está en la Casa¹⁰, que es la casa de la responsabilidad y de la «fabricación» de prosperidad para ayudar a «pagar» a la familia (Casa⁴ ).
En esencia, este progenitor, centrado en la responsabilidad y los logros, ha invitado a un hijo centrado en sí mismo y en el desarrollo personal. Si observamos el esquema más amplio de ambos gráficos en relación con el otro, podemos ver numerosos puntos que se alinean directamente, basta con buscar puntos que se «alineen». Desde un punto de vista energético, estas alineaciones crean una energía «vinculante» que une al padre y al hijo energéticamente hablando. Pero, una vez más, no caigas en la tentación de pensar que una unión fuerte es «buena por naturaleza». Dependiendo de cómo las almas decidan utilizar las cartas que seleccionaron, esta energía vinculante puede expresarse como «parece que nunca puedo escapar de esta persona» y realmente no me gusta quién es.  En el próximo artículo, examinaremos las Lunas de padres e hijos y veremos cómo es probable que sientan y compartan sentimientos entre sí.