23 diciembre 2024
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Aprender a quererse a uno mismo

Aprender a quererse a uno mismo

Es importante en la vida sentir mucho amor por las personas, empezando obviamente por las más cercanas. Una actitud amorosa ayuda a generar vibraciones positivas que atraen la Suerte hacia ti. Pero, a menudo, la intención de amar queda desatendida por una sencilla razón: para amar a los demás, primero necesitas amarte a ti mismo. Ésa es la base de una vida sencilla y feliz. Así que, a partir de ahora, ¡aprende a amarte a ti mismo!

Una resolución maravillosa

Habrás oído muchas veces que el amor es la fuerza más grande y poderosa que existe. Muchas tradiciones lo afirman.

Y la afirmación es totalmente cierta si consigues «impregnar» de amor todos tus pensamientos, palabras y actos. Hazlo y tendrás una vida muy agradable, atraerás más amor hacia ti, resolverás tus problemas con más facilidad y conseguirás alcanzar todos tus objetivos, ¡en todos los ámbitos de la vida! La afirmación es cierta… excepto que, en la práctica, no siempre es fácil aplicar una resolución tan maravillosa.

Aunque la mayoría de la gente estaría de acuerdo en que amar a los demás y/o ser amado por los demás es algo bueno, cuando se trata de materializar ese buen sentimiento en el mundo real, mucha gente se atasca, y parece que no puede traducir en actos sus sentimientos de amor, que realmente es el tipo de energía más positiva y constructiva que existe, y que puede permitirte transformar todos tus deseos en realidad.

Pero para amar a los demás, primero tienes que amarte a ti mismo, y eso suele ser lo más complicado de hacer. De hecho, muy pocas personas se aman a sí mismas, o saben cómo conseguirlo, aunque amarte a ti mismo es la base de todo tu amor por los demás.

Como la mayoría de la gente no puede amarse a sí misma, tampoco puede amar a los demás. Pueden intentar forzarse a amar a alguien, pero siempre es artificial y nunca dura. El amor forzado nunca hizo bien a nadie, y tarde o temprano siempre se marchita y muere.

Aprender a quererse a uno mismo

Aprender a quererse a uno mismo es a la vez fácil y complicado, pero si decides seguir nuestras recomendaciones, pronto se convertirá en un juego de niños para ti.

Fundamentalmente, aprender a quererse consiste en aceptarse tal como uno es. Aceptarte significa ser consciente de tus puntos fuertes, pero también de tus puntos débiles. Significa no intentar alcanzar la perfección, sino simplemente ser humano.

Los seres humanos tenemos debilidades, ¡y eso es precisamente lo que nos da nuestra fuerza! Para amarte a ti mismo tienes que aceptar y trabajar con tus debilidades y transformarlas en fortalezas.

Si pones en práctica estas recomendaciones, no sólo te querrás más a ti mismo, sino que también podrás sentir amor sincero por las personas cercanas a ti, y por la humanidad en general. Entonces empezarás realmente a generar vibraciones positivas. Emitir vibraciones positivas te hará sentir mucho mejor, mantendrá tu ánimo elevado, te ayudará a combatir las enfermedades y atraerá la Suerte hacia ti.

No rechaces lo que eres

El paso principal para amarte a ti mismo es no rechazar lo que eres… incluidos tus defectos. Eso no siempre es fácil, porque aceptar tus cualidades es una cosa, pero a menudo es mucho más difícil reconocer y aceptar tus debilidades.

Detectar las debilidades puede ser sencillo o complicado, dependiendo del estado mental en que te encuentres. Si te «resistes» negando o negándote a aceptar que tienes defectos, no progresarás y seguirás sin amar lo que eres. En tales condiciones, tampoco serás capaz de amar a nadie más.

Recuerda siempre que amar a los demás no es sólo un consejo, ni siquiera una obligación moral, sino una forma práctica y muy eficaz de mejorar tu vida, tanto físicamente (mejor salud) como materialmente (resolver tus problemas y tener más dinero). Amarte a ti mismo es uno de los secretos de la felicidad.

Cuando te aceptas a ti mismo aceptas a los demás

Amar a los demás también significa aceptarlos tal como son y admitir que, como tú, tienen debilidades que los hacen humanos y, por tanto, tan amables como tú. Y que, como tú, son sensibles.

Aceptar tus propias debilidades te permite aceptar las debilidades de los demás y no menospreciar a nadie. Aceptarte a ti mismo te permite seguir siendo humilde.

Ser humilde y aceptar tus debilidades y las de los demás te hace humano, compasivo y te interesa sinceramente la gente y sus problemas.

Es una actitud que te capacita para desarrollar una verdadera compasión por los demás, ser consciente de sus preocupaciones y reconocerlos como hermanos y hermanas. Es un concepto que fomenta la llama de la humanidad en cada uno de nosotros.

Llama de la Humanidad

Mantener tu llama interior de humanidad te impide caer en la indiferencia y ser egoísta, los dos principales signos de deshumanización en una persona.

Amar a los demás consiste en reconocer que pueden tener defectos y debilidades igual que tú, manteniendo el vínculo sutil que existe entre todos los seres humanos.

Ser consciente del vínculo que une a todos los seres humanos hace más fuerte el amor que te tienes a ti mismo, y viceversa. Te permite ser siempre consciente de que las personas que te rodean (tus conciudadanos) y las que viven en otros países (ciudadanos del mundo) son seres humanos como tú, con sus cualidades y debilidades, sueños y deseos… ¡igual que tú!

Los demás no son ni mejores ni peores que tú. Todos los seres humanos tienen deseos y quieren ser felices, como tú.