17 noviembre 2024
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Meditar y Correr: Un camino armonioso hacia el bienestar

Meditar y Correr: Un camino armonioso hacia el bienestar

¡Correr solía ser una auténtica pesadilla para nosotros como estudiantes!
Sudábamos, nos ahogábamos, nos costaba respirar y ¡quién podría olvidar los dolores en los muslos!
Sin embargo, en los últimos años, correr parece haberse convertido en el amigo de la mayoría de los habitantes de las ciudades.
¿Quieres perder peso?
¿Y si la razón de esta tendencia fuera más profunda?
Veamos en este artículo cómo correr puede llevarnos a un estado de meditación y bienestar.  

Estado actual de la salud mental

La salud mental está en el centro de los debates.
De hecho, aunque durante mucho tiempo se creyó que el cáncer era la enfermedad por excelencia, ahora el estrés parece ser uno de los principales factores agravantes.
Según la Fundación para la Salud Mental, entre 4.619 encuestados, «el 74% de las personas se han sentido tan estresadas que se han sentido abrumadas o incapaces de hacer frente a la situación» en 2017.
Entre ellos, «el 51% de los adultos que se sentían estresados declararon sentirse deprimidos, y el 61% declararon sentirse ansiosos».
Estas cifras son estremecedoras, y muestran que, incluso antes de la pandemia mundial, el estado de la salud mental era precario.
El estudio indica que las causas del estrés son múltiples: las deudas, la necesidad de responder a los mensajes, la imagen y la apariencia, etc.
¿Hay alguna solución?
¿Y si la actividad física y la meditación fueran puertas de entrada al bienestar?

¿Cómo puede el running conducir a un estado de meditación?

¿Qué es correr?

Por un lado, la carrera es una disciplina deportiva, parte del atletismo, que se realiza a velocidades variables en función de la distancia a recorrer, en la que los pies se levantan simultáneamente del suelo durante la propulsión.

¿Qué es la meditación?

Por otra parte, la meditación es una práctica espiritual y mental durante la cual uno centra su atención en un punto de concentración.
Contrariamente a lo que se cree, su objetivo no es suprimir los pensamientos y sentimientos, sino aceptar su llegada.

Correr y meditar

Como hemos visto, correr es una disciplina que requiere la repetición de un movimiento.
La meditación, en cambio, es un estado de conciencia durante el cual uno centra su atención en un punto.
Este punto puede ser hallado por la mente (una llama en el entrecejo), pero también mediante la actividad física (jardinería, natación, baile, carrera).
Por naturaleza, estas dos actividades parecen intrínsecamente ligadas.
En una página de la marca Polar, podemos leer: «Practicar mindfulness mientras corres consiste en estar presente durante tus carreras y estar más conectado con tu cuerpo. Correr con atención plena puede ser beneficioso en muchos sentidos, pero no es necesariamente fácil de hacer si estás acostumbrado a las distracciones, como la música o comprobar tus métricas de carrera cada dos segundos».
Así de simple, el mero acto de correr y escuchar el propio cuerpo durante el esfuerzo puede ser meditativo, curativo.
En efecto, la repetición casi infinita del movimiento, los latidos y la respiración del cuerpo induce instantáneamente un estado propicio a la meditación.
Y la meditación, a su vez, fomenta la aceptación de los sentimientos.
Si estás familiarizado con el running, sin duda tienes recuerdos de este estado de flujo.
Corres y, al cabo de unos segundos o instantes, pierdes la noción del tiempo y avanzas sin dolor ni conciencia del exterior.
Estás dentro de ti mismo, en meditación total.
A menudo, cuando te das cuenta de ello, abandonas este estado y no puedes volver a encontrarlo.
Es en este momento cuando estás en plena meditación en marcha.

 

La historia de Sally

Para este artículo, hablé con mi amiga Sally, que accedió a responder a algunas preguntas.

¿Por qué empezaste a correr?

Como todo el mundo, supongo: quería perder peso fácilmente antes del verano.
Es cierto que rápidamente vi diferencias en mi silueta y mi cardio.
Pero gané mucho más que un cuerpo nuevo.

¿Te interesaba la meditación?

La verdad es que no.
Había intentado cerrar los ojos y no pensar en nada, pero nunca lo conseguía.
Así que pensé que no era para mí.
Entonces me llegó la meditación y sus beneficios.
Mientras corría por el campo (¡o en medio de la ciudad!), comprendí por qué correr era tan beneficioso para los demás.
No es sólo una cuestión de deporte, sino de bienestar.
¡El efecto meditativo de correr es mágico!

¿Tienes algún consejo para combinar correr y meditar?

Creo que cada uno tiene su método, y depende del día.
A veces corro con música, a veces sin ella, a veces acompañado, a veces solo.
No debes buscar la meditación, sino acogerla.
Sólo cuando salgas del flujo te darás cuenta de que has meditado.
Concéntrate en tu respiración, en el movimiento de tu cuerpo, en el sol resplandeciente.
Siente cada guijarro del pavimento, el latido regular (o irregular) de tu corazón.
También puedes escuchar una lista de reproducción de meditación en Youtube según tu signo del zodiaco.
Todo es fuente de meditación al correr.
Tengo un consejo más: compra unas buenas zapatillas y consulta a tu médico antes de empezar.
Caminar también puede ser la actividad adecuada para experimentar los beneficios de la meditación sin las limitaciones físicas de correr.  

Conclusión

La salud mental está en el centro de los problemas sociales.
Así que, si estás sufriendo, quizá debas buscar la respuesta dentro de ti mismo.
La actividad física (correr, trabajar en el jardín, etc.) y la meditación son dos herramientas poderosas para recentrarte y sentir el mundo que te rodea.
Pruébalo, ¡y dime si has experimentado el flujo!