22 noviembre 2024
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Descubre tu tipo de cuerpo elemental

Descubre tu tipo de cuerpo elemental

Existen cuatro tipos corporales elementales -Tierra, Aire, Fuego y Agua-, cada uno con su propio patrón característico de metabolismo, constitución muscular, distribución del peso, puntos fuertes y débiles.
Aunque los cuatro elementos están presentes en cualquier cuerpo, tu tipo de cuerpo elemental viene determinado por el elemento (o a veces los elementos) que predominan.
Cada elemento está estrechamente relacionado con un chakra, que dicta sus patrones energéticos y armónicos.

Cada elemento representa una cualidad del movimiento.
El movimiento toma forma en nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros cuerpos.
Así, encontramos una correlación natural entre el aspecto de las personas y la forma en que expresan ideas, emociones y acciones el mundo.
Si piensas en ello, probablemente recuerdes que las personas que parecen hablar, pensar y moverse con lentitud también son algo corpulentas y torpes en su aspecto físico.
Por el contrario, las personas con mentes rápidas y volubles y períodos de atención cortos suelen ser ágiles y esbeltas.
Estos patrones son reflejos de equilibrios elementales que prevalecen en los niveles mental, emocional y físico simultáneamente.

 

Aire

Un tipo de cuerpo aéreo suele ser excesivamente ligero, enjuto y con poco peso.
Los tipos aéreos suelen ser altos y tener un aspecto «estirado».
Puede haber una sensación de desconexión de las partes del cuerpo, con miembros desgarbados que parecen no encajar perfectamente en el torso.
El cuerpo puede parecer segmentado, como si las piezas se hubieran ensamblado a partir de cuerpos diferentes.
Una persona así puede ser inconexa, descoordinada o torpe en los movimientos.
Esta segmentación también puede reflejarse en la mente, donde los modos de pensamiento están desconectados de las emociones y las sensaciones físicas.
Los tipos aéreos pueden tender a moverse rápidamente en zigzag, poniendo en marcha muchos planes, pero incapaces de llevarlos a término.
Hay una tendencia a permanecer «por encima de todo» en la mente, viendo las cosas desde un nivel abstracto o de planificación, pero una reticencia a volverse prácticos o pragmáticos a la hora de traducir los planes en acciones del mundo real.
Los tipos de Aire son muy conceptuales y pueden ser organizadores, diseñadores o comunicadores bastante magistrales.
El elemento Aire se manifiesta específicamente en tres zonas del cuerpo: la zona de los hombros, los riñones y los tobillos.
En cada una de estas zonas hay reflejos energéticos que pueden utilizarse terapéuticamente para abrir los bloqueos del elemento aire y equilibrar su flujo.

 

Fuego

El tipo de cuerpo de fuego es el de peso moderado y buen equilibrio físico.
Estas personas son delgadas, esbeltas, firmes, musculosas e irradian mucha vitalidad y fuerza física.
Las personas de fuego suelen necesitar actividad física para canalizar sus energías altamente cargadas de forma hábil, aunque sus cuerpos suelen mantenerse en forma fácilmente sin necesidad de mucho ejercicio.
El elemento fuego se expresa físicamente en los ojos, el plexo solar y los muslos.
Las personas fogosas suelen tener una mirada brillante y penetrante que a los demás les parece «intensa».
El plexo solar, que regula el calor y la digestión en el cuerpo, es también la fuente de la fuerza de voluntad y el deseo.
Las personas de Fuego suelen tener mucha energía «para ponerse en marcha», un impulso que les empuja hacia lo que quieren.
Esto también se refleja en unos muslos musculosos, o en un cuerpo ocupado que está en constante movimiento.
Las personas fogosas pueden tener un temperamento agresivo que se enciende rápidamente, pero que también se apaga con rapidez.
Una persona con un problema en el elemento fuego -ya sea una contención de la ira, una supresión de la voluntad personal o una confusión sobre la sensación de poder- puede tener ojos apagados o amenazadores, problemas digestivos o reflejos tensos y dolorosos en los muslos.  

cuerpo elemental

 

 

Agua

El tipo de cuerpo Agua suele tener un aspecto de moderado a corpulento y acolchado.
Los tipos Agua pueden tener sobrepeso o tendencia al acolchado extra.
La pelvis puede estar estructuralmente desequilibrada y estas personas pueden sufrir tipos de dolor sacroilíaco y lumbar, aflicciones que tienen una base emocional.
El elemento agua se expresa físicamente en la zona del pecho, la pelvis y los pies.
Puede haber un acolchado extra en el pecho («un corazón desbordante») o alrededor de los órganos sexuales, lo que indica emociones que se están «acumulando».
El desequilibrio en el elemento agua suele manifestarse en un exceso de retención de agua, sobre todo en los pies y los tobillos, lo que se conoce como edema.
Las personas acuáticas son muy emocionales, compasivas y mutables.
Suelen reflejar los sentimientos y opiniones de quienes les rodean, y se ven muy afectadas emocionalmente por aspectos sutiles del entorno.
Las personas acuosas tienden a retener y recibir mucha información, que puede manifestarse como capacidad psíquica o intuitiva.  

Tierra

El cuerpo de tierra tiene un aspecto fornido y de bloque.
Los tipos de cuerpo de tierra pueden tener el cuello corto y grueso, los puños y los pies grandes, las piernas gruesas como troncos de árbol y una complexión pesada que parece muy sólida y robusta.
Los cuerpos pequeños de este tipo pueden poseer mucha más fuerza de la que parecen tener a primera vista, como si algo en el cuerpo fuera inamovible.
El elemento tierra se manifiesta físicamente en el cuello, el colon y las rodillas.
Esta estructura corporal suele indicar una persona que prefiere utilizar sus energías en un campo muy práctico, como la construcción, donde el individuo puede ver físicamente cómo sus esfuerzos fructifican en forma sólida.
Estas personas suelen ser quietas, lentas, torpes y metódicas en los movimientos e incluso en el habla y el pensamiento.
El desequilibrio en el elemento tierra se manifiesta como miedo o sensación de falta de seguridad.
Esta emoción se manifestará en las partes del cuerpo correlacionadas con la tierra, es decir, rodillas temblorosas, intestinos incontrolables o cuello rígido y tieso.