Los tatuajes se han convertido en una forma habitual de autoexpresión.
Este artículo explorará la idea de los tatuajes como forma de autoexpresión y también se centrará en el Poder Espiritual de los Tatuajes.
Al igual que las cartas del tarot, los tatuajes no formaron parte de la corriente dominante durante gran parte del auge de la cultura popular. Mira los programas de TV y las películas de los años 40 a los 90 y los tatuajes no aparecían en ninguna parte de la pantalla.
No se veían en figuras del deporte ni en personas que trabajaban con el público. Pero hoy en día, los verás como parte de la cultura cotidiana, en todas las formas de entretenimiento, trabajo público y deportes.
Mi viaje personal con los tatuajes
Hay muchos sitios web que puedes explorar si quieres conocer la historia del tatuaje.
Puedes aprender cómo funcionan el arte y la práctica en diversas culturas de todo el mundo.
Basta decir que el tatuaje ha formado parte de la cultura humana desde hace bastante tiempo, remontándose hasta hace 10.000 años.
La historia y el uso del tatuaje son sin duda un tema que merece la pena explorar, pero no en un artículo tan conciso.
En Estados Unidos las normas para tatuarse, principalmente por la edad, varían de un estado a otro, pero en general se exige tener 18 años para hacerse un tatuaje.
Cuando crecí y tuve edad suficiente para tatuarme (18 años en el estado de Carolina del Norte) en 1986, las connotaciones de estar tatuado eran claramente negativas, a menos que estuvieras en el servicio militar.
Mi primer tatuaje
No decidí hacerme mi primer tatuaje hasta que tuve 27 años, estaba en la escuela de posgrado y casado.
Mi esposa de entonces me acompañó a un salón de tatuajes de Greensboro, Carolina del Norte, y me hice un pequeño tatuaje en la parte interior de la cadera izquierda.
El procedimiento duró unos 40 minutos y me pareció sorprendentemente meditativo.
No sabía cuánto me afectaría la experiencia y cuánto la disfrutaría.
Desde luego sorprendió a mi mujer, teniendo en cuenta que conocía mi fuerte aversión a las agujas, sobre todo en un entorno médico como la consulta de un médico o un hospital.
Una noche que salimos a cenar, conocimos a una camarera que se había hecho una libélula en el antebrazo: era uno de los tatuajes más «vivos».
que había visto nunca y le dije a la mujer: «por favor, dime que es un artista local el que te ha hecho el tatuaje».
Resultó que el artista era local, y lo que es aún más inusual, el artista era una mujer, Kathryn Moore.
Encontré su tienda, Dogstar Tattoo, y fui a reunirme con ella para que me hiciera un trabajo mucho más grande.
De hecho, cuando fui a su tienda y la conocí, le dije: «Voy a decir lo que sospecho que todo tatuador quiere oír… Quiero un tatuaje grande y personalizado».
Lo que tenía en mente era un tatuaje de un unicornio negro encabritado delante de una luna llena, que Kathryn creó para mí de forma brillante.
Significado espiritual
El unicornio, concretamente un unicornio negro, es mi animal espiritual y lo ha sido desde un sueño lúcido que tuve cuando tenía 16 años.
No es mi único animal espiritual, pero sí el más destacado.
Hicieron falta muchas horas y numerosas sesiones para completar todo el trabajo.
Y donde trabajó en mis costillas fue uno de los lugares más difíciles para tatuarse.
Sin embargo, una vez terminada la pieza y cuando me preguntó qué pensaba de la pieza terminada, le dije lo siguiente: «has cogido la imagen de mi alma y la has sacado de mi interior a la superficie de mi piel, gracias».
El poder espiritual de los tatuajes – Unicornio
La mitología del unicornio implica sobre todo a un caballo blanco, que permanece oculto a la vista, a menos que se deje atraer por una doncella virginal.
El unicornio negro, para mí, es una criatura para aquellos de nosotros que no somos puros, pero que aún así intentamos hacer lo que es correcto y bueno.
En lugar de la perfección, hay belleza y fuerza en la imperfección, siempre que uno se esfuerce por mejorar y aprender.
Mi experiencia
El proceso del tatuaje me pareció muy poderoso, a un nivel profundamente personal.
Y tuve la suerte de encontrar a una artista que conectó con mis visiones de una forma espectacular.
Kathryn ha hecho todos mis tatuajes a lo largo de quince años, desde que me hice el primero con ella a los 29.
Al final me divorcié de mi mujer y acabé teniendo una segunda relación duradera con una mujer con la que tendría a mi hija.
Para simbolizar nuestra relación, me tatué en el brazo los símbolos de nuestros signos astrológicos: la urna por Acuario, el signo de mi hija; el carnero por Aries, mi signo; y el escorpión por Escorpio, el signo de su madre.
Tanto si decides hacerte un pequeño tatuaje como si decides cubrirte de tinta, cualquier arte que pongas en tu cuerpo debe tener un poder y un significado espirituales.
Fue una revelación para mí cuando me di cuenta de que el arte y el artista se canalizaban a través de mi alma y sobre mi piel.
Si imaginaras el arte de tu alma y quisieras que descansara sobre tu piel, ¿qué querrías que el artista sacara de tus profundidades?
Desde luego, nunca me vi como un individuo muy tatuado cuando crecía.
Tampoco me di cuenta de que tatuarse también resultaría ser una experiencia espiritual mientras se realizaba el trabajo.
El sonido de la máquina y el lento aumento de mi temperatura a medida que me adentraba en el proceso a cada momento.
Las conexiones que tengo y establezco con otras personas que se toman en serio sus tatuajes siguen siendo notables, aunque haya pasado mucho tiempo desde mi último trozo de tinta.
Elige bien
He elegido símbolos que ofrecen protección y aumentan mi poder personal y espiritual.
La historia de épocas y personas significativas de mi vida reside en distintos lugares de mi cuerpo.
Y el empoderamiento que supone trabajar con una artista de gran talento que también comprendía la conexión que establecíamos con el arte, mi cuerpo, su espíritu, el mío y el espíritu de los demás fue y sigue siendo esclarecedor.
