Utilizar la Imaginación para Contactar con los Guías Espirituales.
Cada uno de nosotros está envuelto en la luz amorosa de un gran número de guías espirituales.
Algunos de estos guías te acompañan toda la vida, mientras que otros sólo se activan mientras duran determinadas lecciones o subidas de nivel en la conciencia.
Algunos de estos guías son personas que has conocido en encarnaciones anteriores, o que han pasado de ésta, mientras que otros son entidades astrales como elementales, hadas, espíritus de la naturaleza y Maestros ascendidos.
Te des cuenta o no, estás en comunicación constante con estos guías, especialmente mientras duermes, pero también en tus horas de vigilia.
Aunque estos guías no pueden recorrer nuestros caminos por nosotros ni interferir con mano dura en los asuntos de nuestro día a día, sí pueden pincharnos y empujarnos sutilmente en los niveles mental y emocional, despertando conciencias e impulsando líneas de indagación, mentalización o acción.
Puedes experimentar estos empujones como intuiciones, corazonadas, epifanías o iluminaciones; la información de tus guías suele ser totalmente indistinguible de los propios pensamientos «normales», aunque a menudo va acompañada de una certeza autoritaria, como si supiéramos que es verdad, incluso sin ningún fundamento racional para esta certeza.
Si te vuelves más consciente en tu comunicación con estos guías, las vías de información se amplían.
Cuanto más activamente busques y sintonices con su sabiduría, más receptivo te volverás a ella.
No necesitas la ayuda de un psíquico, médium, medicina vegetal o técnica chamánica para acceder a los guías que se comunican contigo.
Todas las herramientas que necesitas pueden encontrarse en la facultad infrautilizada de tu imaginación.
Imaginación mágica
Los poderes superiores son energía, es decir, no son físicos.
Podemos entender a los dioses, diosas, deidades, guías y seres elementales como expresiones únicas de una conciencia, como cuerdas individuales en la gran arpa de toda la creación.
Participan de la energía única de Todo-Lo-Que-Es, pero cada uno expresa esta energía de forma ligeramente distinta, igual que la luz se refracta en colores aparentemente diferentes al pasar por un prisma.
Al ser nosotros mismos físicos, no podemos experimentar ni comprender directamente estas expresiones energéticas en su forma pura, tal como son en realidad.
Por tanto, para establecer contacto con cada banda de frecuencia, las conceptualizamos y personificamos, permitiendo que la mente inconsciente represente estas energías en forma simbólica, comunicando verdades demasiado profundas para que podamos articularlas conscientemente.
Estas conceptualizaciones, aunque en sentido estricto son inexactas, tocan realidades.
La visión de un anciano barbudo en el cielo transmite la omnisciencia, la sabiduría y el propósito de nuestro creador.
El tamaño, los rasgos y la ligereza del hada comunican la inocencia primordial, la alegría y la cualidad infantil del espíritu.
El dragón que escupe fuego comunica la fuerza acumulada por las bestias que dormitan en los infiernos inferiores.
De este modo, los guías y maestros, tal como los conocemos, son imaginarios.
Esto no quiere decir que los maestros sean imaginarios, sino que es nuestra concepción de ellos la que es imaginaria.
Sin embargo, esta representación simbólica no es una cuestión superficial, porque la creación de una forma-pensamiento o simulacro proporciona un recipiente a través del cual la fuerza real de esta entidad puede animarse y hablar.
La cristalización de un personaje en tu mente crea un puente entre los mundos físico y no físico, a través del cual tú y el guía o Maestro podéis encontraros y comunicaros.
Albert Einstein dijo: «La imaginación es más importante que el conocimiento.
Porque el conocimiento se limita a todo lo que ahora conocemos y comprendemos, mientras que la imaginación abarca el mundo entero y todo lo que siempre habrá que conocer y comprender.»
Einstein resume aquí lo que los esoteristas han comprendido desde hace mucho tiempo: que todo descubrimiento, y toda creación, comienza con la imaginación.
La imaginación es una facultad creativa intensamente poderosa.
Cuando te desprendes de lo que crees que es posible y diriges tu atención hacia lo que podría ser, permites que más de lo que podría ser entre en la vida manifestada.
Cuando imaginas a un guía, creas una forma mental en el plano astral, y a través de este punto enfocado de tu imaginación, este guía puede ponerse en contacto contigo.
Tu imagen mental no es real ni actual, ya que eres incapaz de concebir al guía en su verdadera esencia; sin embargo, los resultados de esta imagen sí son reales y actuales.
Al relajarte completamente y concentrarte en la imagen del guía comunicante, desconectas la mente consciente del subconsciente.
En consecuencia, cuando la mente directora se desconecta, la subconsciencia tiene la imagen impresa en ella.
A través de esta forma de pensamiento arquetípica, entras en contacto con aquello que trasciende el pensamiento y permite que esta energía se manifieste y se articule.
Es una variante de lo que les ocurre a los escritores de ficción, que al principio luchan por dar forma a un personaje, pero al final se maravillan de la forma en que el personaje adquiere vida propia y parece «escribirse solo».
Extiende la mano y confía
Debes intentar escuchar a tus guías.
Debes escucharles y tenderles la mano.
Muchos de nosotros nos sentamos pasivamente y esperamos a que un poder superior nos muestre su misericordia o lave nuestros problemas, sin saber que somos nosotros quienes debemos dar un paso adelante primero.
Este Universo se basa en una ley absoluta de libre albedrío.
Es tu derecho de nacimiento elegir saber o no saber, ver o no ver.
Ningún guía interferirá para elevarte si no lo pides.
Sin embargo, en cuanto pidas, recibirás.
Visualiza a tus guías, invócalos e intenta escuchar la respuesta.
Cuanto más practiques la escucha, más audible será la voz.
La información de tus guías puede venir en forma de palabras que oigas, veas o sepas; puede venir en forma de imágenes simbólicas.
También existen facultades emocionales de percepción; puedes sentir una esencia vibratoria de quienes te están ayudando, ver un paisaje que evoca una determinada emoción o ser bañado por un determinado color de luz.
Para concluir
Puedes plantear una pregunta y recibir la respuesta más adelante en el día a través de una sugerencia al azar de un amigo, o casualmente oyendo hablar a alguien en la cola del supermercado.
Puedes intentar plantear una pregunta, imaginarte un guía y luego escribir lo que crees que dice el guía.
Sigue el rastro de estas pistas y suspende el juicio o el análisis.
Lo más importante es tu fe y tu creencia en tus guías, pues es tu fe la que hace posible la comunicación, y sin ella no pueden llegar.
Sé juguetón y abandona toda preocupación por si «te lo estás inventando todo» o no.
Ofrece el espacio para que la energía hable a través de ti, y cuanto más practiques, más tangible será el efecto.
